El 30 de marzo van a saltar chispas en la revancha de la que fue pelea del año 2012

Sin duda lo más atractivo del boxeo es cuando ambos contrincantes se dan hasta para llevar, y todavía más, si ambos son guerreros que antes de pisar la tarima, ni uno conocía las zancadillas. Pero uno tenía que ceder tal espacio, y le toco esa suerte al favorito en los momios, que fue Mike Alvarado (33 (23), 1)  llego al Home Depo de Los Angeles con las ventajas de altura, alcance y más sólido en la selva superligero que Brandon Ríos ( 31 (23)- 0, un empate, quien se adentró a tal categoría, cuando su terreno eran las 135 libras. Desde que sonó la campana, ninguno de los dos se anduvo por las ramas, tirándose con ganas de rasgarse el alma en cada guantada, y al menos, durante 5 asaltos, el llamado “Mile High”, mote que hace honor a su amado Denver, dominaba de ton a son, pero los ramalazos de “Bam Bam” como le dicen a Ríos, hicieron su agosto en octubre 13 del año pasado, y la controversia sucedió porque a criterio de muchos, el referí se precipito al detener la acción, en una pelea donde no se tomaron prisioneros, por lo tanto, el que gane en Las Vegas, se pone automáticamente en la lista del siguiente contrincante de Manny Pacquiao, o en su defecto de Juan Manuel Márquez.

En la antesala se está tratando de acomodar a Juan Heráldez, quien estuvo encadenado a un contrato indeseable por 2 largos años, porque ni le conseguían combates, ni lo dejaban pelear por su cuenta, peo no hay mal que por bien no venga, y el destino quiso, que su nuevo representante sea un personaje de calidad certificada como lo es Cameron Dunkin, el mismo que maneja la carrera del monarca welter Tim Bradley,  del campeón supergallo Nonito Donaire y muchos otros más.

Así que, no le pierdan de vista la huella a Heráldez, a quien apodo “Clic” porque termina sus compromisos en un parpadeo, su récord consta de 4 victorias, todas por la vía del cloroformo y como decía un presentador famoso… ¡Y aun hay más!