Eduardo “Lalo” Torres estrena contrato con A&T y está listo para reaparecer antes de fin de año
Mérida.- El aguerrido púgil, Eduardo “Lalo” Torres, trabaja con todo para su reaparición antes de fin de año en esta ciudad contra un rival por designar y de acuerdo con su entrenador, Julio Tarragó Montalvo, “entrenando como loco y muy motivado” para volver a subirse al ring de nuevo por vez primera como boxeador de la empresa A&T con la que recién firmó un contrato de pertenencia y promoción.
El peso ligero Torres (21-1-0 con 13 kos), según Tarragó, está convertido desde meses atrás en un ejemplo de disciplina, toda vez que desea volver a pelear ante su gente de Mérida, libre de problemas personales y de malentendidos que mediáticamente le afectaron, pero que nunca tuvieron sustento, toda vez que su condición legal nunca ha estado comprometida.
“Lalo no falta al gimnasio, está trabajando, trabajando y trabajando, entrenando como loco, no falla, aunque ciertamente nunca ha sido indisciplinado, pero ahora está aún más comprometido”, comentó el entrenador cubano, titular del gimnasio que A&T tiene en esta capital de Yucatán desde 2010.
Agregó que Torres está ya virtualmente listo para reaparecer y considera que lo hará en la función que esa empresa promoverá a finales de año y en la que se estrenará como boxeador de dicha divisa boxística.
A su vez, el púgil, originario de la localidad sinaloense de Pericos, pero que ha hecho toda su carrera boxística en esta ciudad a partir de 2010, se sinceró y admitió que no está ya para perder el tiempo a sus 30 años y ha hablado de ello con su nuevo apoderado Andrew “Andy” Pérez, quien lo apoya.
“Yo quiero ya que me suelten para irme acercando a los grandes, no puedo dejar pasar más tiempo y ver si puedo hacerla y si no, pues el retiro, pero mientras no voy a desperdiciar un día para prepararme y llegar lo mejor posible para cuando se me presente una oportunidad”, añadió motivado.
Torres, que no pelea desde el 21 de abril pasado cuando noqueó en cinco rounds en Tijuana a Bryan Rojo, dijo que tiene dentro de sí la espina clavada de su única derrota, sufrida precisamente en Mérida en marzo de 2016 ante el michoacano Carlos “Torito” Jiménez, quien recién le quitó el invicto y por nócaut al gran prospecto sonorense Pedro Campa.
Noqueado en aquella ocasión por Jiménez, “Lalo” dijo tener mucho resentimiento deportivo contra el “burel” al que desea volver a enfrentar para quitasre esa espina y seguir adelante.
“En verdad quiero volver a pelear con él y que me dé la oportunidad, así como yo se la dí a él, pelearía esa pelea por mí, porque me quitó el invicto, me fregó, me pegó estando yo en el suelo, ahora quiero ir sin compasión, matarlo o morirme.
“Esa noche me bajaron (del ring) todo dado en la m…, porque no me dobló a la primera, soy un hueso duro de romper y también lo puse mal, me encantaría volverlo a enfrentar”.
Pero mientras tanto seguiré entrenando y si no es él, voy a seguir mi carrera y enfrentar a otros tipos y oportunidades mejores, no me voy a obsesionar con él, quiero cosas mejores cada día, tengo un sueño, me inicié en el boxeo solamente por necesidad, no como otros pensando en un campeonato mundial, sino por el dinero, por el puro dinero, para poder ayudar a mi familia.
Un día me ofrecieron subir a soportar trancazos por dos mil varos (pesos mexicanos) (en una pelea no oficial) y no sólo los soporté, sino que troné al vato que muchos pensaron me iba a dejar tendido y desde ahí hasta ahora me he seguido en el mundo de los trancazos, pues mi familia ha comido de eso.
“Sin querer queriendo el boxeo me cambió la vida, me permitió pisar lugares que nunca me imaginé en la vida, salir en la televisión, y si bien el boxeo me ha quitado, también me ha dado y pues quiero llegar, ya estoy aquí”, afirmó.