Edgar Berlanga, ¿será la gran promesa del boxeo?
Foto: Suministrada
Berlanga pega, de eso no hay dudas y al final llega a la distancia sin dejar de buscar el batacazo. Sus emociones marcarán su destino. Un rival mejor: Demond Nicholson (23-4) había perdido con Jessie Hart y Steve Rolls (aquel de 3G), su record de 20 nocauts lo hacían peligroso, pero la realidad es que ha perdido con todos los rivales de buenos récords. Sus nocauts (todos) con rivales inferiores a él.
Para Edgar quedan dudas aún si de verdad será la gran promesa del boxeo en esta nueva década que empieza y donde Canelo quizá en los próximos dos años comience a descender, o simplemente será un boxeador que cuando enfrente un rival a considerar top del boxeo en las 168.00 libras, se quedará corto en su combate.
Para empezar, no le noté esa manera mágica de boxear. Su proposición de jabs continuos, esos que abren puertas a magníficas combinaciones o en todo caso a esas manos poderosas, no existieron como debió haber sido, sobre todo porque Berlanga sustenta las manos más poderosas de estos tiempos.
Algunas de ellas logró enterrar, pero estuvo mayormente en modo de caza a un golpe que de desatar un infierno de cocotazos hasta exterminar a su rival. Con todo y eso, pudo llevarlo 4 veces a la lona, pero perdió su invicto de nocauts.
El trabajo de Berlanga es bueno, si observamos que pasó de ese primer asalto por primera vez, algo que nos tenía en duda, ya con 16 nocauts en el mismo primer asalto, pues daba que pensar que pasaría si llegaba a la distancia.
La resistencia física a través de tantos asaltos estuvo, hubo buen trabajo por esa parte pese a lucir un poco cansado en ocasiones, pero era más bien frustrado por los agarres y lo raro que peleaba su rival. Rival que por demás estuvo atemorizado desde el inicio del combate.
En videos de Berlanga en el amateurismo lo vemos tirar golpes al por mayor. Sabemos que en el profesionalismo esas energías se reservan por la cantidad de golpes de poder y el número de asaltos peleando, pero la rentabilidad de ese boxeo se queda en el sistema cognoscitivo sobre todo para rivales como este señor.
Demond Nicholson, no está, ni se encuentra cerca del nivel clase B, si es que le quieren encontrar una letra o un nombre específico a esta clase de boxeador. El descendiente de puertoriqueños tiene muchos fanáticos en la expectativa, de ver cuando le pongan una buena mano encima, cuál será la reacción de este, porque ahí en ese preciso instante, es cuando se sabe si un púgil es como el gran Tito o como el eterno prospecto Verdejo, (No hard Feeling), para el resto de su carrera.
Berlanga ya tiene 24 años de edad y a partir de este rival que le acaban de soltar, Top Rank comenzará a subir la parada de oponentes, ya que el billete a pagar va creciendo como la espuma. Por lo pronto me gustaría verlo con el mismo ímpetu que tira su peligroso cruzado de izquierda, pero con toda la serenidad de su boxeo desplegando actitud de madurez sin desesperarse asalto por asalto.
Sería bueno también que alguien le baje el descontrol emocional cuando se frustra, ya sea por no noquear o simplemente porque su rival no le permite que esto suceda. El público presente y el que está detrás de la pantalla, se emociona porque saben que van a ver a un joven que tirará “hierrasos” a muerte con tal de arrancarle la cabeza a su rival, pero el coeficiente de inteligencia y ese ABC boxístico necesario, siempre enamorará a quienes apuestan duro en su favor ya que el tipo promete.
Hoy no voy a decir que Berlanga es el mejor prospecto de Puerto Rico, porque ese dato se lo voy dejando al jovencito Xander Zayas, quien a través de muy buenas demostraciones va dejando un sabor peculiar en su boxeo. Vale recalcar que Xander sigue siendo un bebé con pasos agigantados hacía un gran futuro.
PD: Berlanga, tienes mucho por delante. Aprovecha el momento y lima tu boxeo hacia lo grandioso porque por ahora todo está bien, pero no es brillante.