Durán-Leonard / 35 años de una noche perfecta
A las 6:30 de la tarde del jueves 16 de junio de 1951 en una casa conocida como ‘Casa de Piedra’ en el popular y pobre barrio de ‘El Chorrillo’ en Ciudad de Panamá, nació un niño que peso ocho libras llamado Roberto Duran, el segundo de 8 hermanos. hijo de la panameña Clara Samaniego y un mexicano Margarito Durán Sánchez. Abandonado al año y 5 meses de edad por su padre, había nacido con pronósticos de vida reservados o sea una expectativa de vida corta.
Ese niño a los 7 años peleaba como ‘abre bocas’ en eventos de boxeo en el país para ganarse un dólar y cincuenta centavos estadounidese para entregárselo a su madre con las palabras ,”no te preocupes mama, cuando esté grande todo va a cambiar”.
En junio 26 de 1972 sorprende al mundo, a los 22 años de edad, al vencer al campeón mundial escocés Ken Buchanan y gana la corona mundial ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (A.M.B.) y defendería en 12 oportunidades consecutivas incluyendo anexarse la otra versión de la categoría avalada por el Consejo Mundial de Boxeo (C.M.B.). Esa noche Durán tomaba venganza por su ídolo panameño Ismael Laguna, un ex doble campeón mundial ligero que Buchanan había vencido para coronarse campeón mundial.
Era el día viernes 20 de junio de 1980, Panamá había contado día a día para la noche esperada de Duran-Leonard. Todo estaba preparado, era un día único que inclusive muchas empresas permitieron a sus empleados salir temprano para ver el combate en un hecho inédito en ese pequeño país de cerca 3 millones de habitantes en aquella época.
Esa noche histórica, el país no tenía peatones ni automóviles estaban sentados frente a sus televisores con la esperanza de un gran triunfo de su ídolo en una pelea que fue trasmitida por ‘Lo mejor del Boxeo’ de Juan Carlos Tapia.
Miles de panameños con rezos y optimismo se ubicaron en casas, restaurantes, hoteles, bares y en pantallas gigantes en las calles para apoyar a su ídolo de los años 70, su ‘Mano de Piedra’, su ‘Cholo’ que enfrentaba al favorito 9-5 y ex campeón Olímpico y campeón mundial estadounidense Sugar Ray Leonard, en el legendario Estadio Olímpico de Montreal, ante cerca de 40,000 fanáticos y apoyado en la mejor preparación de su vida y como un gran guerrero con alma, vida y corazón acorraló al extraordinario y joven Leonard durante 15 extraordinarios, emotivos y entregados rounds como un león y como la gran esperanza de latinoamericanos se escuchó la frase que inmortaliza las conquistas ‘And the New World Champion’ Durán logró vencer a Leonard en una verdadera pelea del siglo y lograba coronarse campeón mundial welter del C.M.B.
El país estalló en quizás la mejor noche o el mejor día de una conquista deportiva en su historia de 112 años hasta nuestros días como país independiente. Miles de vecinos, familias, extranjeros y trabajadores celebraban la gran hazaña. Abrazos y lágrimas de alegría ,desconocidos se abrazaban y gritaban unísonos “Viva Durán”, “Viva Panamá”. Caravanas espontáneas y sin rumbo definido con pitos y música pasearon las diferentes calles de la ciudad y provincias.
Quizás fue el único día de este apasionado pequeño país que hubo unidad y solidaridad en un país que era dirigido por un gobierno militar desde 1968 y que sin distinción alguna logró una inolvidable noche perfecta difícil de volver a repetir.
Tres días después, el 23 de junio, Durán era recibido como el gran héroe y orgullo Latinoamericano en el desparecido Aeropuerto de Paitilla por miles de panameños y paseado por las calles de la ciudad hasta llegar a la presidencia en una extraordinaria muestra de cariño y gratitud al niño de barrio pobre que logró llevar a su país a lo mas alto del deporte mundial.