Diferencias impiden que Solís y su entrenador Díaz sigan juntos en la misma esquina

JORGE EBRO
JEBRO@ELNUEVOHERALD.COM

Cada vez que Pedro Luis Díaz hablaba de Odlanier Solís (derecha) se refería al boxeador como su “familia’’ o su “hijo’’, pero por el momento esa relación parece haber entrado en una crisis que podría ser definitiva.

Solís (201, 13 KO) llegó a Estambul para finalizar la preparación de cara a su choque del 22 de marzo contra Tony Thompson (38-4, 26 KO), pero lo hizo sin su entrenador de casi toda una vida debido a diferencias entre Díaz, el promotor Ahmet Oner y el propio guerrero.

De hecho el boxeador y el técnico viajaron hacia el Viejo Continente, pero mientras Solís tomó rumbo a Estambul, donde estableció su base de entrenamiento, Díaz partió hacia Moscú para cumplir con otros compromisos con púgiles rusos.

Para sustituir a Díaz, Oner contrató los servicios del estadounidense Manny Masson, uno de los primeros preparadores del campeón olímpico de Atenas 2004 desde los tiempos en que comenzó a pelear de manera profesional en Alemania.

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