CRAWFORD GANA DECISIÓN UNÁNIME A POSTOL EN LAS VEGAS
Por Andrés Pascual
Hay dos dichos populares en Cuba: “grande por gusto” y “coger la baja”, eso hizo anoche Terrence Crawford contra Víktor Postol, “ le cogió la baja cuando se percató de que el ucraniano era un grande por gusto”, es muy peligroso que le cojan la baja a alguien, cuando sucede abusan con la víctima, puesto en práctica por el ganador de la estelar del MGM anoche sacándole la lengua al europeo del Este, golpeándolo en medio de rápidos contragolpes, tanta superioridad provocó que Crawford asumiera una actitud poco caballerosa y menos deportiva, cuando hizo valer el legado decadente de Alí, que eso fue: incidir lo más que pueda en la burla del oponente, en el pisoteo del respeto debido al adversario, que, cuando se hace normal por lo rutinario el rango de payaso, entonces es contra la disciplina y contra el público semejante y despiadada agresión.
Anoche Terrence Crawford (29-0-0, 20 KO’s), que unificó fajas con su victoria, comenzó a menos que media máquina el pleito titular welter jr, estelar de la cartelera de HBO-PPV, exageradamente cauteloso y corriendo el ring más que haciendo uso de side-steps durante 3 rounds; mientras, el ucraniano hacía como que lo perseguía sin poder alcanzarlo, sin saber cómo se camina el ring para achicar el radio de desplazamiento del contrario, sin tirar la derecha por arriba nunca como indica el manual y sin darle uso al jab, que lo desperdició, anulando su ventaja natural, sin ninguna efectividad.
En dos rounds no se habían acariciado hasta que el de Omaha tiró un jab por arriba en el 3ero, que le abrió la guardia a Postol y metió la zurda recta, que le hizo gelatina los pies a Víktor, cosa frecuente en este peleador, que le dan, lo tambalean, pone una rodilla a veces en la lona, pero no queda lastimado lo suficiente como para que lo rematen.
Fue una pelea mala para PPV, incluso lo comenté antes, indigna del pago por ver aun si daban un peleón y el combate resultó una peleíta, buena para el fanático de Crawford, desilusionante para el que creyó que podían suceder cosas sorpresivas y más o menos normal para quien, como yo, le importaba poco quien ganara.
Terrence Crawford paseó a Viktor Postol (28-1-0, 12 KO’s), en el pleito hubo pocos power-punchs, todos tirados por el vencedor, que queda invicto y 3 conteos de protección (2 en el 5to y el otro en el 9no), más un punto descontado a Postol por pegar en la nuca en el round 11.
Las tarjetas de los magistrados reflejaron la realidad: dos 118-107 y el otro 117-108, fue una pelea ganada con amplitud sin que se hubiera producido una “entrada de patadas” por parte del ganador, la abultada diferencia a partir del 5to, después el americano siguió sumando rounds metodicamente, incluyendo el 9no y el 11no.
En el 12, Postol salió “a matar o morirse”, pero Crawford le aceptó la empujadera y nada resultó más que otro round en su contra 10-9. El titular, aún invicto, boxeo dos mundos más que el ucraniano a pesar de la diferencia de tamaño.
La cartelera tuvo un peleón entre Benavides y Santana, ganada por el mexicano por decisión, Benavides levantó presión en los tres rounds finales para asegurar el veredicto favorable contra el americano, que demostró ser un peleador de valor punto menos que espartano.
Lo mejor, a mi juicio, la posibilidad de ver una estrella casi en embrión en el mexicano OscarValdés, que noqueó al argentino Matías Rueda por la faja pluma vacante de la OMB en round y medio.
A base de velocidad y poder le arrancó el invicto el mexicano al gaucho, este peleador, Valdés, posiblemente sea un típico gladiador de grandes ternas en breve.