Contra todos los pronósticos, México-americano hace historia en el pugilismo
Muchos seguidores del box nos equivocamos rotundamente. Por eso se inventan los dichos: Nunca hay que juzgar un libro por su pasta. El californiano Andy Ruiz, gordo y todo lo que ustedes quieran, se convirtió en el primer México-americano en ganar un campeonato mundial en la exclusiva categoría de los pesados. Y lo hizo con espectacularidad noqueando al invencible inglés Anthony Joshua en 7 asaltos. Ahora, vamos a aclarar una cosa: ¡Andy Ruiz no es mexicano! Ruiz es México-americano o americano de ascendencia mexicana. Podemos ignorar que Andy dijo que ganó el campeonato para México, bien, allí está sus ancestros, pero Andy ganó ese título para Estados Unidos. Oscar de la Hoya al principio de su carrera se inclinaba mucho por los mexicanos, pero estos nunca lo acogieron, especialmente después de las dos tundas que le puso al ídolo mexicano Julio César Chávez.
Hablan los diarios mexicanos que retadores aztecas ya habían fallado en 6 ocasiones en coronarse en esta división de mastodontes, pero en realidad solo un mexicano ha fallado: Manuel “Pulgarcito” Ramos. Los otros dos son México-americanos. Eric Molina, quien disputó dos veces esta diadema, nació en Texas, mientras que Cristóbal Arreola, quien falló en tres ocasiones, nació en California. Para un México-americano como yo es importante hacer estas aclaraciones, porque México solo considera mexicano a un chicano cuando le conviene. Un jugador de beisbol élite como Adrián González, quien nació en San Diego, California, es mexicano para ellos, pero porque no lo es Jesse Chávez, el relevista de los Texas Rangers. Porque Chávez es bueno, pero no es estrella. Los cronistas mexicanos pueden decir que Leo Santa Cruz, quien nació en Michoacán, y Abner Mares, quien nació en Guadalajara, son mexicanos. Los dos viven desde hace muchos años en California, pero nacieron en tierra mexicana.
Volviendo a la pelea, pensé seriamente que Andy no pasaría del 5º asalto, y confirmé mi pronóstico cuando Joshua puso a Andy en la lona en el tercer episodio. Pero el rechoncho retador, no solo se levantó al verse en la lona por primera vez en su carrera, pero se puso de pie para poner en el tapiz al campeón, no una, pero dos veces. Joshua ya nunca se recuperó de esas dos caídas. Andy, quien enseñó grandes dotes de boxeador/golpeador, siguió machacando al gigantón inglés y paulatinamente lo fue minando hasta hacerlo renunciar a la pelea en el séptimo rollo. Se dice “Destroyer”, y Andy no solo ganó un título mundial completo, pero destruyó la reputación, quizá para siempre, de uno de los más imponentes púgiles pesados de los últimos años.
Como suele suceder con los campeones de ahora, Joshua le dio una oportunidad a Ruiz con la condición de una revancha si el campeón llegara a perder. La revancha es obligatoria y esta pelea se hará en Inglaterra. Quien sabe que pasará entonces, pero por lo pronto hay que gozar del momento.
En lo que se refiere a Joshua, este se portó como todo un caballero en su derrota. Fue a felicitar y hasta abrazó a Andy como si fuera su hijo. El chicano tiene cara de niño travieso y cuando lo abrazaba Joshua parecía que lo hacía después de que el hijo había hecho una travesura.
Andy nunca se rajó y fue siempre para delante forzando la pelea ante un hombre superior que el físicamente. Este es el tipo de boxeadores que le gustan a los fans. ¿Viste la pelea Canelo?
Buenos dias Javier, Muy Buen articulo Amen de su Objetividad.
La division de los pesados se pone cada vez mas competitiva segun mi apreciacion personal Claro.
Felicitaciones a Andy Ruiz Gran Pelea.