COMENZARON LOS ECOS DE LA 2DA GUERRA REGIONAL: MAY JR vs MAIDANA
La primera pelea la gano Mayweather jr, el Chino, que se faja de verdad, que brinda espectáculo y por eso ocupa lugares de interés, de un tiempo a esta parte, en buenas carteleras, contra buenos oponentes y bolsas decentes, hizo todo lo que sabe y pudo: fajarse, que el fajador tiene su técnica y su terreno, el infight y el empleo del upper, tirar, nunca evitar el intercambio…pero el Niño es mejor peleador que él, de hecho, como boxeador completo, el 2do después de André Ward, al modo mío de verlo.
A los fajadores que pierden contra Floyd Mayweather jr, porque atacan (los que saben cómo cortar el paso y caminan bien el ring, no Canelo Álvarez), siempre les quedarán un par de detalles consoladores: gané yo, porque ningún fajador eminente acepta que fue derrotado por un buen peleador de riposta; incluso el público lo ve ganador la mayoría de las veces, aunque solo se hubiera llevado un par de rounds y, cuando este tipo de peleador incesante, de ataque sin tregua actúa, la impresión invevitable, si no gana o pierde abiertamente, es que la pelea fue pareja, casi tablas y hasta con ligera ventaja para el perdedor, en buena parte de los casos, ellos.
Pero nunca ha vuelto a suceder, después que Castillo lo derrotó porque tiró y lo golpeó más con ayuda de una lesión temprana en el hombro durante el primer combate y se la quitaron, (en la segunda Mayweather jr lo vapuleó como quiso), que el de Las Vegas haya perdido otra.
Para estos gladiadores, que caen porque no pueden descifrar el enigma de un símbolo de “la vieja escuela”, existen dos Premio Consolación: uno, de la prensa, que lo declarara “muerto con las botas puestas”, contribución a la cizaña sobre quién ganó “sobre el ring”; el otro, el dinerito bien ganado que se llevan…
Al HIJO PRÓDIGO del estado Nevada, porque es de la localidad y por lo que representa económicamente para el erario municipal, nadie puede derrotarlo todavía, porque es un peleador de inteligencia a lo Robinson, lo mismo en el ring para construir en segundos un plan B si las cosas se enredan, que discutiendo de dinero para que todo salga a su favor. Además, tal vez sea el boxeador que, a su edad y sus años en el oficio, menos castigo haya recibido en los anales de Fistiana.
¿Qué es Mayweather, un estilista o un fajador? Recuerde que estilista no significa corredor, sino que hace gala del estilo tradicional americano, que es elegante, de movimientos gráciles en el ring, que lo técnico se le aplica a cualquiera de los dos términos y que lo contrario del fajador no es un estilista, sino el peleador de riposta y riposta no es separado del contrario, de tal forma que impidan las oportunidades de combate.
Mayweather jr, junto a Ward, acaso sean los únicos dos exponentes que tiene el boxeo ciencia de la actualidad, los más inteligentes, que pueden resolver situaciones difíciles inesperadas en medio de un intercambio caliente, que, o lo continúan con ventaja o se van para cambiar la estrategia, la que decidirán en fracciones de segundos, que lo mismo atacan cuando ven los huecos en la defensa, que invitan al fajador para ponerle los golpes por cada orificio de guardia equivocada e imperfecta que deje, milimétricamente calculado antes de subir y en eso son copias del cubano Mantequilla Nápoles, que lo preparaba todo previamente.
El boxeo es difícil de pronosticar, por lo que mejor sería (el 95 % de los comentaristas lo aplica), regresar siempre a la frase lapidaria del inmortal John L Sullivan: “ganará el que dure un round más”; sin embargo, si la pelea es la revancha entre Maidana y Mayweather jr, al Chino le quedará otro Premio Consolación, regalo personal del fenómeno sepia después que lo abrace al concluir el pleito: “es un gran peleador, nunca encontre otro más fuerte” y ya van 6 de quienes dice lo mismo.
Por eso es el negociante que es, porque su mentalidad es de “viejo zorro político”; lo otro, de suma importancia, cada vez que acuerda una batalla es porque sabe que no va a perder….así lleva mas de 15 años de brillo en el boxeo, odiado o amado, pero nunca fuera del cintillo titular, ni en los períodos en que se ha retirado.
Si a la media se le olvida durante dos días su nombre, provocará un acontecimiento que la alimente durante el tiempo en que vuelva al ring, o en que fabrique el próximo encabezamiento.