¡COMAY, QUÉ BOCHINCHE!
Por Andrés Pascual
Luis Ortiz es campeón interino, o sea, el # 1 del escalafón, que eso significa “la corona ficticia”, fallada por un capricho ridículo de los que regentean un 4to de faja mundial y regalan un pedazo de piel sintética verde con un logo; como 1ero en el ranking, podría optar por una pelea contra el ganador entre Tyson Fury y Wladimir K, si no media una revancha obligatoria por cláusula de contrato, en el caso de que perdiera el campeón mundial.
Pero Boxingscene.com, que espera muchas fuentes para acertar (más que el Nuevo Herald), “le mete el perro en el tabaco” a la verdad por venir: “Ortiz pudiera perder la inexistente distinción por un dale al que no te dio”, originado en un diferendo acepto-rechazo por una oportunidad a un peleador ruso ¡Qué barbaridad, este tipo de elemento no deja de crear problemas ni sin la bota del PCC en la cabeza!
Según el sitio web, Vlad Hryunov, manager del aspirante Alexander Ustinov, informó que los apoderados del criollo fallaron en firmar un pleito para la fecha acordada del pasado 4 de septiembre. Hasta aquí la primera parte del bochinche.
Según Hryunov, la pelea fue subastada en Panamá el mes pasado, representándolo en la puja el promotor Andrey Ryabinski, que la obtuvo por 600,000 dólares ante la AMB, porque no hubo parte opositora presente, ya que ni Golden Boy ni Dade, que han compartido la promoción del cubano, por lo que se ve, o desconocían la cita, o no les importó en niveles decentes o están en guerra tan estúpida que, puede decirse, Ortiz está más solo que cualquier muerto en un camposanto en Provenza…repito, todo esto si nos dejamos imponer a Boxingscene.com
El manager ruso quería el combate en San Petersburgo para incluirlo en las festividades por el cumpleaños del peligroso Musolinni moderno, Vladimir Putin.
Jay Jiménez, manager de Ortiz, le dijo a Boxingscene.com que todo era teatro ruso de Anton Chejov, que ellos firmaron y que impusieron una cláusula sobre la prueba de drogas y dijo más, que ellos han estado utilizando los tests desde hace rato y que contra Jennings lo hicieron.
El merequeté no concluye, pero hasta hoy, una expresión muy triunfalista a lo Castro, de parte de Ortiz, le echó comino a la carne de pato, que no lo lleva: “díganle a Wilder o a Joshua que no se escondan más, que me busquen, que yo sí me como el azúcar sin mascar…”
¿Cuándo antes de 1980 sucedieron este tipo de cosas en el boxeo, tan poco serias, tan indecentes y tan manipuladoras? Lea un poco “retro” para que descubra por qué esta era boxística asquea.