Canelo vs. GGG: Ya se ha dicho todo, ahora a pelear

Foto por Tom Hogan/ Hogan Photos

Expertos, verdaderos fans y fans ocasionales ya han opinado y discutido todo lo que se ha tenido que hablar del esperado combate entre el mexicano Saúl “Canelo” Alvarez y el kazajo Gennady Golovkin. Que debe ganar Golovkin porque pega más fuerte y tiene más tiempo peleando como peso medio, que Canelo debe ganar porque es más rápido, más joven, es gran caunteador etc., etc, etc.

En el ring, el sábado, 16 de septiembre, aniversario de la independencia de México, se despejarán todas las dudas. Ambos púgiles subirán al ring a rifárselas, porque en este combate se espera mucha acción sin que la pelea deje de ser cerebral. Canelo y GGG serán como dos gallos de pelea que durante el tiempo que dure el combate buscarán el lado más falco de su rival para encajarle el mortífero espolón que deje a su enemigo fuera de combate.

En esta noche de suma importancia para los mexicanos y algunos México-americanos, Canelo recibirá todo el apoyo incondicional de su gente y no le quedará otra cosa al pecoso pelirrojo de Guadalajara que morirse en la raya.

Carlos Ortíz vs. Ultiminio Ramos

Recibí con mucha tristeza la noticia de la muerte del cubano-mexicano Ultiminio Ramos. El Sugar llegó a México para quedarse junto con el también gran José Angel “Mantequilla” Nápoles, el promotor Cuco Conde y el locuaz Kid Rapidez. A este cuarteto de cubanos tuve la fortuna de conocerlos en Juárez. Los que se quedaron en tierra azteca y varios otros cubanos como Luis Manuel Rodríguez, Baby Luis y Florentino Fernández salieron de Cuba a principios de los años 60’s después de que Fidel Castro se apoderara de la bella isla mediante una revolución. Castro prohibió el boxeo profesional, acción que resultó de beneficio para México y todos los demás países que adoptaron a los exiliados cubanos. México, a mi parecer, se quedó con los dos mejores en Nápoles y Ramos. Mantequilla sigue viviendo en Juárez. ¡Adiós mi querido Sugar!

Foto cortesia: AFP)

Aunque Román “Chocolatito” González no haya ofrecido excusas por su rápida y sorprendente derrota ante el tailandés Srisaket Sor Rungvisai, era obvio desde que lo vi subir al ring que este no era el mismo nica de otros combates. Se veía hinchado, cachetón, sin definición muscular y lento de pies y manos al iniciar el primer asalto. En el mismo primer episodio, el asiático dio muestras de que saldría con la mano en alto en este combate de revancha. Nunca en los muchos años que he sido fan del boxeo había visto a un boxeador de 115 libras tan poderoso como el tailandés. Srisaket es un toro en miniatura, un Sansón de bolsillo y un verdadero barril de pólvora en pequeño. Siete libras son demasiadas en los pesos chicos. Chocolatito debe volver a los pesos mosca antes de opinar si ya se le ha acabado el corrido como boxeador y necesita dejar el ring.

Hablando de colgar los guantes, esto es precisamente lo que debe hacer el tijuanense Antonio “Tijuana Tornado” Margarito. El peleador nacido en California, pero avecindado en Tijuana, sigue tratando de ser un tornado, pero a los 39 años ya no sopla. Margarito lució un estupendo físico en su último combate ante Carson Jones, pero sus golpes no le hacían daño a su rival. El mexicano apenas ganaba el pleito pero iba ya hacia abajo en ritmo y fogosidad cuando oficiales pararon el combate porque el tijuanense lucía una peligrosa cortada producto de un tope accidental en el ojo que le averiara Manny Pacquiao. Margarito sigue gritando que quiere un tercer combate ante Miguel Cotto. Ojalá que nadie le haga caso, porque el boricua se lo come en pocos asaltos. Todo por servir se acaba, especialmente para un pugilista de 39 años.

Que bueno es el japonés Naoya Inoue, campeón mundial supermosca. Su promotor debe pelearlo más seguido en Estados Unidos. Me gustaría verlo ante Carlos Cuadras, Francisco Estrada o ante el tailandés Srisaket. Los japoneses siempre han sido garantía de espectáculo