BRADLEY, “ATLAS TIENE LA LLAVE”
El boxeo profesional importa tanto que, por lo general, las relaciones personales de algunos elementos del profesionalismo con el amateurismo en el pasado, son olvidadas “a boca de jarro”.
Por ejemplo: “TEDDY ATLAS fue comentarista hasta hace poco”, de importancia para los cronistas queda que “trabajó con Mike Tyson cuando empezaba”. Sin embargo, de su puesto como entrenador de la selección amateur norteamericana (visitó Cuba en funciones), nadie se acuerda, porque no le interesa a nadie ni abre camino a la hora buena por la mejor silla en los mejores lugares.
Bueno, dicen que Bradley (foto promocional con Ríos), decidió cambiar a Joel Díaz por Atlas, porque este le dio razones válidas de por qué le entraban tantos golpes…aunque hay una respuesta: Bradley no es un gran boxeador, sino de relativa buena clase para estos tiempos, en los que a cualquiera lo hacen un 4to de campeón por una diadema o la mitad con dos fajas y le llaman creo que lineal.
Bradley es mejor que Ríos y aguanta golpes, contra Brandon va a tirar y va a hacer diana, porque es un blanco casi fijo, una invitación a pegarle, porque no es el descendiente de mexicanos un peleador portentoso en nada, no sabe como evitar los golpes y no podrá acorralar a su oponente de mañana en la pelea por la faja welter que ostentó May jr, ni es rápido ni hábil caminando el ring.
¿Choque de trenes? No me arriesgo, tal vez una relativamente buena batalla campal, con el peleador sepia ganando de cualquier forma, o un bumper con bumper a menos de 5 millas de velocidad, el célebre golpecito por detrás en el que, a pesar de que no hubo daños, llaman a la policía.
Brandon Ríos cree que es “su última oportunidad”, tal vez, pero, como que ambos son de Arum y al ex juez neoyorquino le interesa Bradley, la pelea se acabó el día que la firmaron.
Ríos puede ganar, porque cualquier boxeador tiene posibilidades matemáticas, pero, por lo menos yo, dudo de que salga por la puerta ancha ni si gana de verdad en el ring.