Boxeo cubano de antaño / Baby Coullimber

NACIDO PARA CAMPEÓN EN TRES DIVISIONES

Su progenitor fue Pablo Roca, un corajudo peleador pionero del Boxeo Nacional, que es recordado más por su brava conducta en el ring, que por las demás habilidades necesarias para triunfar en ese medio. ‘Jack Coullimber’ era su nombre de guerra y transitó por las dos épocas del boxeo cubano. La prístina, antes de la creación de la Comisión Nacional de Boxeo que se efectuó el 11 de mayo de 1922 y la siguiente hasta terminar su carrera al final de los años 20.

En aquella alborada sostuvo encuentros épicos frente a Enrique Ponce de León campeón ‘welterweight’, también con Joe ‘Chorizo’ Herrera y en 1919 en programa presentado por los empresarios Cubillas y San Martín donde se implantó el récord de caídas por un peleador que todavía no ha sido superado, cuando el valiente Jack Coullimber cayó 26 veces frente al herrero Lalo Domínguez antes de terminarse el noveno round y sus ‘seconds’ lanzaran la toalla ante el clamor del público presente.

En la siguiente época regida por la Comisión Nacional de Boxeo fue proclamado campeón peso pluma y discutió su faja el 10 de octubre de 1922 contra Juan Oliva que fue descalificado por el réferi en el cuarto ‘round’ por constantes infracciones, acreditándole el triunfo a Jack, pero ganado Oliva la faja porque su contrario se excedió del peso estipulado.

Pablo Roca, Junior recibió como herencia genética una fuerte constitución física fuera de lo común. Nunca he visto un hombre tan bien dotado para la brega del ring en lo referente a la parte netamente corporal, ya que desgraciadamente tenía el cerebro más pequeño que el de un chimpancé. A pesar de esta deficiencia tan importante para cualquier actividad en la vida, desarrolló una magnífica carrera pugilística.

Su carrera profesional, comienza el 12 de agosto de 1939, haciendo tablas con René Cantero en preliminar a 4 rounds. El 11 de enero de 1941 discute al campeón Santiago Sosa, el título pluma y es derrotado en 12 rounds. A la renuncia de Sosa, en pelea eliminatoria gana la faja venciendo a Pedro Poey por nocaut en 8 ‘rounds’ el 18 de febrero de ese año.

En el mes de junio de ese año, el día 14, defiende el cinturón pluma frente a Eduardo de la Torre y lo retiene al darle nocaut, en 3 ‘rounds’ al muchacho del Vedado. Al año siguiente (1942) vence al oriental Antonio Nazario por nocaut en 8 ‘rounds’. En septiembre 20 de igual año pierde la corona de los pesos plumas frente al saguero ‘Nacional Kid’ por nocaut técnico en 4 ‘rounds’.

Podemos abundar sobre ese final porque fuimos testigos presenciales de esa derrota, ella ocurrió cuando se le abrió una herida en un enorme hematoma formado por los continuos golpes en una de las cejas del campeón, que le produjo la hemorragia más grande presenciada por el que escribe, que sin exagerar la considero superior a la producida por Charol II a René Rodríguez en la nariz también vista por mí.

Al año siguiente el 25 de septiembre, en pelea eliminatoria al estar vacante el cetro de los pesos ligeros por la renuncia del campeón Santiago Sosa, captura el fajín venciendo a Joe Pedroso en 12 ‘rounds’. En 1945, el 8 de agosto, reta al campeón ‘welterweight’ Joe Legón y es derrotado en 12 ‘rounds’. Un año más tarde, a la muerte de Joe Legón en pelea eliminatoria gana el premio en juego, venciendo al zurdo Joe Molina por nocaut en 5 ‘rounds’ el 21 de diciembre.

Ya campeón de peso regular vence a los retadores Joe Molina y a Julio Pedroso. En el año 1949 el 4 de marzo pierde la supremacía que ostentaba frente a Wilfredo Miró en 12 ‘rounds’. Va a la revancha con el nuevo campeón y esta vez pierde por descalificación en 7 ‘rounds’. Su última pelea fue en la Habana el 4 de mayo perdiendo con Tuzo Portuguez en 10 ‘rounds’.

Pero quiero dejar bien aclarado que su pelea cumbre la realizó el día 22 de febrero de 1947 cuando sorprendió a toda la afición boxística al presentar una recia oposición durante 10 ‘rounds’, con un magnífico boxear, cosa completamente distinta a lo realizado durante toda su carrera y nada menos que frente a ‘Kid’ Gavilán. No he visto a ningún otro entrenar con la intensidad que lo hacía el vástago del viejo Jack.

Era incansable con la suiza, con la que hacía filigranas, parecía cuando le pegaba al saco, que no había humano capaz de aguantar aquellos batacazos. No era muy hábil con la pera como otros, y mucho menos como Hankin Barrows, que era un artífice que le pegaba con los codos y la cabeza, pero su resistencia parecía inagotable.

A la hora de guantear, sus entrenadores siempre lo calzaban con guantes de 16 onzas, para protección de los sparrings ya que desarrollaba una ofensiva cavernícola, que desgraciadamente para su récord, no siempre efectuaba durante los combates y así y todo, con esa inconsistencia alcanzó algo más del 50% de victorias por Ko. Muchas veces aun ganando un encuentro, inexplicablemente bajaba la guardia y empezaba a recibir golpes en toda su recia anatomía sin evitar uno solo.

También era supersticioso en extremo y muy creyente en posibles maleficios de la brujería supuestamente usados por sus contrarios. Por todos estos motivos anteriormente apuntados él no alcanzó todo su potencial, ya que además pudo haber ganado el fajín del peso mediano contra el campeón Jesús Vila, a quien había derrotado dos veces en la categoria wélter y aún más el campeón de peso ligerocompleto en aquella época lo era Cristobal Marquez ‘Yoba Kid’ a quien vi noquear en una sesión de guantes en el Gimnasio ‘Gato’.

Su inestabilidad mental y sus primitivos impulsos lo llevaron a la cárcel. Sostuvo una discusión en las oficinas del Gimnasio ‘Gato’ con Juan Oliva, se fueron al cambio de golpes y sin que pudiera alguien mediar, Baby Coullimber sacó un revólver y disparó sobre el que fuera su último mánager, olvidando el trato paternal recibido de su víctima.