Boxeo Cubano de Antaño / Armando Puentes Pi, campeón sin corona
Siete ‘bouts’ y el campeón no ganó ni uno
Como todo boxeador cubano iniciado después de 1938, Armando Puentes Pí cumplió con la premisa de participar en los campeonatos anuales de los ‘Guantes de Oro’. Desde sus primeros combates en esta categoría este novato demostró que estaba fuera de serie.
Los entrenadores de la Academia Nacional estaban asombrados de la superioridad mostrada sobre sus condicípulos, resultando esto con el acortamiento de su presencia en el campo amateur. Su debut en la fila profesional ocurrió el 17 de junio de 1945.
En aquella ocasión su oponente fue Lázaro Mazorra en un combate preliminar a 4 rounds celebrado en el Palacio de Convenciones y Deportes de Paseo y Mar, allá en el Vedado, que exhibía la siguiente cartelera: ‘Starbout’ Final, donde Wilfredo Mayet vencía por decisión en 10 rounds al dominicano Kid Barquerito.
Como semifinal a 8 rounds era el encuentro de Diego Sosa vencedor a los puntos sobre Arquímides Yirac. En un segundo pleito especial a 6 round Rolando Delgado resultaba triunfador sobre Salvador Castro por decisión dividida. El primer ‘bout’ especial de la noche a 6 rounds señalaba a los contendientes Juan Erenio que usaba el nombre de guerra de Baby Leonard y Sergio Rivera.
Después de ese triunfo inicial sobre Lázaro Mazorra Armandito obtuvo en rápida sucesión 9 victorias más en 1945 entre las cuales hay dos victorias sobre el reciente campeón ‘flyweight’ Black Pico, iniciándose en ello una serie de siete discutidos encuentros en la que el campeón no pudo anexarse ningún triunfo, contentándose con llevar a su récord tres empates frente al científico boxeador villaclareño.
Empieza el año 1946. Enero 12, pedida por la prensa y por la fanaticada se concerta la pelea en discusión de la faja en la cintura del saguero, el retador muestra sus dos victorias sobre el campeón que tiene 18 victorias y tres manchas, las dos con Armandito y la otra frente al inmenso veterano Ramón Castillo ‘El Barón cubano’.
Comienza la pelea y un round tras otro se suceden. Se nota una magnífica preparación física de ambos gladiadores que no dan un paso atrás. Golpe dado, golpe recibido, pero se ve al retador con confianza en todo momento, tal vez apoyado por sus dos victorias anteriores mientras en la esquina del campeón sus segundos muestran cierto desconcierto. Llega el final y estando muy parejo el conteo surge la primera tabla entre estos dos bravos peleadores.
Todos sabemos lo difícil que es marcar un ganador entre dos más que buenos boxeadores y que estén ambos en carrera triunfadora. Un pleito cerrado, violento, de acción constante, y de extrema rapidez de movimientos de los púgiles, así como del lanzamiento de sus veloces golpes propios de su mínimo peso no deja espacio para el exacto marcaje de la acción desplegada por lo que muchos jueces, periodistas y comentaristas acuden a las socorridas tablas.
Además hay un canon no escrito, pero muy practicado, que al campeón debe vencerce de un modo convincente y como siempre no se puede vencer por nocaut.
Al llegar de pie el campeón al último campanazo, en estos nivelados casos la balanza siempre se inclinara al campeón. Solamente tres años como profesional. La carrera profesional de Puentes Pi fue muy corta.Solamente tres años de duración con 25 encuentros celebrados. De ellos 17 fueron victorias, cosechó 3 derrotas y logró 5 empates.
Descontándose los dos encuentros realizados en México los demás fueron realzados en Cuba. De sus ‘bouts’ en la tierrra tapapía hay un triunfo por nocaut en el tercer round, el otro encuentro fue una sospechosa derrota por descalificación en el noveno round del pleito que hasta ese momento llevaba ventaja.
De sus otras 2 derrotas decimos que fueron frente a los calificados mexicanos Jorge Robles por puntos y a Luis Castillo por nocaut en el sexto round.
Si usted vio pelear a Armandito sabrá que no exagero, pero al resto de mis lectores desconocedores de las bondades que tenía dentro del ring el peso gallo oriundo de Santa Clara, dudarán de mi narración, al no encontrar en ella suficientes adjetivos que demuestren lo excelso del boxeo de Armandito Puentes Pi.