Bobby Chacon: Un peleador que no tenia reversa
Cuando Dios estaba repartiendo atributos físicos a la humanidad estableció el siguiente criterio: El lunes voy a darle “sex appeal” a las mujeres, y con todo el respeto a las demás bellas damas, solo Marilyn Monroe se presentó. El martes voy a darle pantalones y cojones a los boxeadores, y solo un puñado de ellos llegó a la repartición: Art Frías, Arturo Gatti y nuestro Bobby Chacón, aunque estos no hayan sido los únicos.
Los peleadores de mi juventud fueron los californianos “Schoolboy” Bobby Chacón, quien junto con Richie Sandoval, El Coloradito Lٕópez, Mando Ramos, Jesus Pimentel, Carlos Palomino Tury Pineda en Estados Unidos, y los mexicanos Rubén “Púas” Olivares, Chucho Castillo, Rafael Herrera, Rodolfo Martínez, Ultiminio Ramos y Mantequilla Nápoles llenaron toda una época de mi vida como aficionado del box.
Chacón fue uno de mis boxeadores favoritos entre los México-americanos. Simpático, de gran personalidad, el nativo de Pacoima, California siempre dio grandes batallas ante los mejores exponentes de su tiempo. Perdió y ganó ante Castillo, López, Alexis Arguello, Olivares, Cornelius Boza Edwards y Bazooka Limón. Era una época en dónde el boxeo no contaba con vedettes del ring como Floyd Mayweather Jr., Adrien Broner, y hasta cierto punto Canelo Alvarez, quienes ponen demasiadas trabas para pelear contra los mejores de su época. Chacón y sus contemporáneos peleaban con los mejores rivales de su era sin pensarla dos veces siempre que el billete fuera bueno.
El derrumbe del legendario Olympic Auditorium de los Angeles, California se llevó con los escombros a peleadores como Chacón. Su record de 59-7-1, con 47 KOs, fue impresionante si tomamos en cuenta la calidad de sus rivales. Nunca tuve el placer de conocerlo en persona como lo hice con muchos de sus reconocidos rivales, pero se ganó mi corazón y admiración viéndolo por la televisión. No me perdía sus enormes batallas. Su vida arriba y abajo del ring estuvo plasmada de triunfos y tragedias.
Arriba del cuadrilatero ganó los títulos mundiales pluma y ligero junior, pero abajo del tinglado perdió a su esposa y a un hijo. Su esposa Valerie se quitó la vida en 1982 cansada de pedirle a Bobby que dejara el boxeo porque sus combates eran cada vez más feroces y sangrientos. Luego en 1991, su hijo Bobby Jr. fue muerto durante una balacera de pandillas. Ya en la última etapa de su vida, Bobby Chacón cayó presa de su ímpetu en el ring.
Chacón murió a los 64 años en un hospicio a causa de la demencia, condición provocada por los golpes que recibió en el ring. Esta puede ser y ha sido la triste y cruel recompensa para los valientes del ring. Descanse en paz uno de los más grandes peleadores que California ha regalado al mundo.
El combate entre el campeón medio Gennady Golovkin y el campeón welter Kell Brook va a despejar algunas incógnitas el sábado. Brook, sin duda, será el mejor rival al que se ha enfrentado el kazajo. Si el invicto inglés (36-0 y 25 KOs) puede cargar en su físico cuando menos 10 libras más, y sube fuerte al ring con su pegada intacta, el titular de las 147 libras podría causarle problemas al campeón de las 160 libras. ¿Qué pasará si Brook llega a prender a Golovkin? Hasta ahora no hemos sabido que tanto aguanta el llamado triple GGG.
Otro combate interesante y atractivo es el que realizarán, también el sábado, el nica Román “Chocolatito” González y el mexicano Carlos “Príncipe” Cuadras por el título de las 115 libras en poder del púgil azteca. Cuadras se ha mostrado muy confiado en su combate ante el mejor libra-por-libra. Conozco muy poco de Cuadras, pero el mexicano tendrá que ser muy, pero muy bueno si quiere pasar sobre el centroamericano que asemeja al mítico “Tasmanian Devil” por su movimiento tirando golpes en cantidades industriales sobre la humanidad de sus rivales
Gran apoyo desde Argentina, para el gran GENNADY GOLOVKIN.
Vamos otra vez por el triunfo, excelente boxeador, libra x libra. Hasta el triunfo G.G.G.