Ávila noqueó en siete a Zárate
Héctor Ávila se coronó campeón Mundo Hispano pesado del CMB tras derrotar por nocaut técnico en siete asaltos a Emilio Zárate, en un combate pactado a diez rounds en el Club Social y Deportivo El Cruce de Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires.
En un combate donde faltó el boxeo y sobró la lucha, en un denso trámite que recién tuvo dramatismo en los últimos asaltos, Héctor Ávila (19(13)-12(8)-1) se coronó campeón Mundo Hispano pesado del CMB al vencer por nocaut técnico en el séptimo a Ezequiel Zárate (15(8)-10(5)-3). Con caídas de ambos lados, producto de la fuerza natural de la categoría y de que ambos boxeadores estaban cansados. Ávila pudo imponer su potencia ante un Zárate que no supo hacer valer su alcance. Un choque entre dos boxeadores veteranos, con mañas, pero donde solamente la mano pesada de uno de ellos triunfó.
En el primer round del combate, Zárate sacó la ventaja con sus golpes rectos. Dominó el centro del ring casi todos los tres minutos y penetró con facilidad en la endeble defensa de su rival. Su derecha se convertía en una pesadilla para Ávila que no encontró su distancia y logró conectar solamente golpes imprecisos.
En el segundo asalto las cosas cambiaron. Con enjundia, Ávila recapacitó de lo que había pasado en los anteriores minutos. En la corta distancia y cuando ambos se abrazaban, el boxeador nacido en Los Polvorines sacaba ventaja con cruzados de izquierda. Zárate avanzaba sin lanzar el jab, sin hacer valer el alcance de sus brazos, él solo se ponía en la distancia de su contrincante. Para esta altura el combate empezó a ser mucho más pausado debido a los múltiples amarres.
Dos ganchos de izquierda de Ávila conectaron sobre Zárate en el tercer capítulo. Lento e irresoluto se lo notó al púgil que nació y reside en Pilar. Al proseguir los segundos se condensaba una pelea que parecía querer estacionarse en el clinch, sin mucho boxeo ni muchas acciones claras, también porque ambos boxeadores parecían estar cansados. Sin embargo, Zárate logró acertar buenas manos, pero pocas, faltando segundos para terminar la vuelta.
Cuando sonó la campana del cuarto round siguió de la misma manera el combate, denso, pausado, con exceso de clinch que debió ser castigado por el árbitro Hernán Guajardo. Aun así hubo emoción, porque un swing de derecha de Zárate sorprendió a Ávila, quien se desplomó al piso instantáneamente. “El Tiburón” se levantó y luego de la cuenta, amarró a su oponente, en evidencia de que todavía no estaba totalmente recuperado. Zárate siguió buscando la definición con la derecha mientras su rival aguantó como pudo, forzando el clinch en todo momento.
Para el quinto capítulo Ávila resucitó en los primeros segundos con izquierdas y derechas en ‘cross’. A pesar de ello, las imperfecciones continuaron. El boxeador de Los Polvorines que reside en San Miguel fue el que más golpes conectó, pero fue también el que más abrazó. Poca acción y poco boxeo, muchas desprolijidades y mucha lucha, cuando los dos padecieron un cansancio evidente y apostaron todo a una sola mano.
En el sexto, las acciones estaban parejas, pocas veces salieron fuera del clinch, hasta que una derecha le hizo flamear las piernas a Zárate y aun agarrándose de su rival como náufrago a la orilla, no pudo seguir de pie. Cayó de forma inevitable, pero se levantó. Aún tenía el mareo que le provocó aquella mano que nunca vio venir. Luego de la cuenta de protección, Zárate quiso amarrar a su contrincante a como dé lugar, pero Ávila no lo dejó. Salvajemente intentó definir la contienda, con el empuje que produce el saber que faltaba solamente una buena combinación para que su oponente sucumba a la lona. Hasta le abrió un corte sobre el arco superciliar izquierdo a Zárate con una nueva derecha que hizo brotar abundante sangre. Pero por fortuna para el maltrecho púgil, se terminó el asalto.
Zárate no salió a combatir al séptimo round por aquel corte, si bien había recibido ya mucho castigo y no estaba totalmente recuperado. El árbitro Guajardo decretó el nocaut técnico en el séptimo asalto para el local.
En el combate de semifondo el tandilense Matías “La Cobrita” Rueda (9(7)-0-0) ganó por nocaut técnico en el cuarto round al cordobés Sergio “Chocolate” Blanco (4-18(1)-4) en una pelea pactada a cuatro asaltos en categoría ligero.