A la memoria de Teófilo Stevenson

Te rememoro en el sueño eterno de la triste noche de tu velatorio en el salón principal de Calzada y K, rodeado de centenares de glorias deportivas, encabezadas por tus compañeros del cuadrilátero, de mujeres y hombres, de personalidades en diferentes esferas del quehacer social.

Sin duda, que la espaciosa sala resultaba pequeña para tanta concurrencia ante el natural sentimiento de tus admiradoras y admiradores que a lo largo y ancho de nuestro archipiélago cultivaste por tus múltiples coronas olímpicas, mundiales y panamericanas, tus lauros en el Juego Limpio, tu modestia sin límites y tu infinito amor a la Patria, a la Enseña Nacional y a Fidel.

No olvido la despedida por las calles del Vedado capitalino, ni la entrada y el recorrido del cortejo por la Necrópolis de Colón, matizado por el acompañamiento de tantas personas que aplaudían y te decían: “Adiós campeón”.

Así se patentizaba el cariño y respeto hacia “Pirolo” o “Teo”, gigante de ébano, eterno muchachón al disfrutar como ningún otro deportista del patio, el diálogo con los infantes, jóvenes, adolescentes, campesinos, obreros, profesionales y amas de casa.

Muchas son las anécdotas que te engrandecen pero sobre todas, aquella del “nocaut” fulminante de palabras al mercader cuando en Munich-72 le dijiste: “Yo no cambio el cariño de ocho millones de cubanos por ese millón de dólares que usted me ofrece. Mi pueblo vale mucho más que eso”.

Esas virtudes tuyas enorgullecen a compatriotas y foráneos, razón por la que hoy en estos nuevos tiempos del mercantilismo en el deporte, estás muy presente en al altar patrio.

Tu efigie da la bienvenida y despedida a quienes visitan el municipio cabecera de tu provincia natal, Las Tunas, e inspiras a nuevos exponentes de los pesos pesados en el certamen que merecidamente se efectúa cada año como homenaje póstumo.

Hace varias semanas historiadores de La Habana ante especialistas en el VI Taller Nacional dieron a conocer el acuerdo provincial de elevar a las instancias pertinentes la solicitud de que la principal instalación del país, la Ciudad Deportiva capitalina, lleve tu nombre.

Ojalá tal reclamo se convierta en realidad y de esa manera honrar la figura del más universal de los atletas cubanos en todos los tiempos.

Pero donde quieras que estés amigo, hermano, compañero Teófilo Stevenson Lawrence continuarás irradiando luces por tu pundonor, nobleza, dignidad y adhesión al pueblo.

*Gloria del Deporte Cubano