Tito Trinidad, Oscar de la Hoya y mi angustia

Un día como hoy en 1999, todo era fiesta en Puerto Rico, el campeón mundial welter FIB, el puertorriqueño Félix “Tito” Trinidad estaría unificando el título frente al campeón mundial welter CMB, el “Golden Boy” Oscar De La Hoya. Ambos invictos, Trinidad con 35 victorias y De La Hoya con 31. Todo era euforia, y ya muchos comparaban este combate con el de “Sugar” Ray Leonard vs Thomas “Hitman” Hearns.

Comenzó el combate y este servidor muy nervioso. Observé el primer asalto a De La Hoya dominar ligeramente. Pensé “Bueno, el primer asalto es de estudio, ya mismo “Tito” comienza a minarlo con sus escopetazos”. De La Hoya impresionaba mucho con sus golpes en rafagas, principalmente los últimos 30 segundos de cada asalto. Aunque parte de esos golpes se quedaban en los brazos y guantes de “Tito”, otros entraban con autoridad, provocando sangrado nasal en el puertorriqueño. “Tito” se observaba fuera de distancia, lograba conectar uno que otro golpe solido pero no podia combinar para contrarestar el buen boxeo del “Golden Boy”.

Esos primeros ocho asaltos fueron un suplicio para mi, pues observaba a De La Hoya dominar con su buen boxeo en siete de ellos. Par de asaltos eran cerrados pero los observaba ligeramente para De La Hoya. Desde el noveno asalto todo comenzó a cambiar, Trinidad imponía más presión, mientras que De La Hoya mostraba señales de cansancio. Al fín comencé a observar luz en el camino del puertorriqueño. “Tito” imponiendo más presión, De La Hoya desplazandose más exagerado que nunca.

Se podia percibir que cada vez que Trinidad lo conectaba el “Golden Boy” mostraba una expresión no grata. Del noveno al duodécimo asalto Trinidad cerró fuerte. Cuando observe mi tarjeta final de 115-113 a favor de De La Hoya, quedé angustiado. Solo esperaba que de esos asaltos cerrados que observé los jueces lo observaran a favor de
“Tito”.

Mis vecinos estaban enmudecido, desde el sexto asalto no escuchaba sus gritos, al finalizar el combate era un silencio sepulcrar. Pero cuando el anunciador Michael Buffer gritó “¡De Puerto Rico!”. Escuché un estruendoso ruido por toda la calle donde vivía. Todo era alegría, yo estaba sorprendido pues para mi era imposible que “Tito” pudiera vencer por decisión en Las Vegas, pero grata sorpresa la que me llevé.

Siempre se hablará de este combate, de lo poco que se hizo para lo mucho que se esperaba, que la decision fue una polémica, que De La Hoya echo por la borda una segura victoria y muchas cosas más. Siempre me preguntan como lo observé y en todo momento menciono:

“Observé a De La Hoya vencer en combate cerrado aunque hubo par de asaltos en un principio que podían ser para cualquiera de los dos. Nunca lo he considerado un robo, pues en combates cerrados para mi esa palabra no existe y máxime cuando De La Hoya tomó la peor decisión de su vida, el echar por la borda esos asaltos finales y no cerrarlos fuertes para términar con broche de oro”.

#TitoTrinidaOscarDeLaHoya