LA CULPA ES DEL PÚBLICO
“Le cogieron la baja…”, la frase la usábamos en Cuba para definir el abuso durante mi era como colegial; significa que no te respetan, porque hiciste algo que demostró que cedías ante cualquier atropello, incluso ante la moderada amenaza de un cobarde histórico, por lo que, cuando se llega a ese extremo, cuando descubren tus “miedos, “el más chiquito sale y te mete una galleta” porque sabe que no habrá respuesta..
En situación idéntica está el público del boxeo ante el “estira-encoge” que se ha formado alrededor de la pelea May jr vs Pacquiao ¿Va, o nunca tendrá lugar? de Yahoo hoy, los dos:
http://www.ibtimes.com/floyd-mayweather-vs-manny-pacquiao-2015-fight-finally-set-take-place-sources-say-1801514
http://sports.yahoo.com/news/mayweather-dampens-hopes-pacquiao-fight-033022876.html
La situación es el producto del estado de las cosas en el pugilismo, de lo poco confiable que son todos los que lo mueven, dentro y fuera del deporte. Este pleito tiene un detallito especial: May jr es de la escuadra de Al Haymon, que intenta robarle público a FOX, conservadora, para la NBC, fiera y descontroladamente tan liberal, que pudiera considerarse comunista por dentro y por fuera, por lo que el esfuerzo del nuevo tycoon, encaminado a ofrecer boxeo de la mal llamada primera línea de hoy gratis, es un asunto de confrontacioón política.
El asunto requiere un material aparte. Como se sabe, Pacquiao y Bob Arum han sido baluartes de HBO, hasta hoy verdadero Zar del Boxeo. La guerra está declarada, aunque Home Box Office es tan liberal como el 95 % restante de la Media.
Los cambios en los deportes profesionales han sido para mal de las actividades, lo único que resplandece, por el amparo del oro, no por moralidades febriles ni existentes, son los dineros que se pagan, exageración venida a más por la entrega gratis y desenfadada de la virginidad del fanático.
Hace algún tiempo escribí lo que leerán debajo, lo tomé del puertorriqueño SCOOP:
Hoy, teniendo en cuenta algunas de las ideas del comentario que pegué, voy a referirme a la prensa y su relación con el fanático moderno, de cómo ayuda la sección deportiva al complejo mercantilista que dirige el pugilismo, a cambio de recibir dinero por debajo de la mesa a veces; otras, por escasez de la chispa obligada para avisorar acontecimientos de interés y tratarlos como debe; es decir, favorable al público, que no sucede y han convertido en un círculo vicioso la invitación al masoquismo popular.
Antes de los 90’s, no era común que un campeón evitara un choque de trenes, en primer lugar, porque el prestigio en FISTIANA no se ha ganado solo por la cantidad de peleas que se disputen, sino por la clase de los contrarios, de ahí la frecuencia del tratamiento “fue muy bueno porque enfrentó a los mejores…”; al caso el panameño Durán, que transitó con éxito por más de tres divisiones, pero no solo este boxeador cuenta en los anales del boxeo, una vez que decenas de colifloristas, sus apoderados y las promotoras, estuvieron dispuestos a combatir “contra quien fuera”.
De los últimos tiempos, dieron, incluso aún dan FE de la determinación, la confianza y el respeto al público Shane Mosley, Trinidad, Wifredo Vázquez sr, Chávez, Castillo, Barreras, Maidana, Jones jr, Hopkins…en el caso de Mosley, fue capaz de acceder al compromiso con tal grado de valentía, que enfrentó al que nunca debió por irregularidad de estilo, por diferencia de estatura y de alcance, como Vernon Forrest.
Ultiminio Ramos perdió la faja featherweight en 1964 contra Vicente Zaldívar. Dificultades tremendas para hacer el peso se agravaron a efectos de cierta extraña dieta japonesa que aprobó Cuco Conde, entonces subió al ring incapacitado para ganarle al zurdo mexicano, por lo que debió combatir furiosa y valientemente, sin la resistencia necesaria para continuar hasta el límite de los 15 rounds…¿Qué hubiera sucedido si el matancero sube como acostumbraba en cuanto a fuerza y resistencia? Que Zaldívar, un gran boxeador, quizás hubiera terminado en la lona por el conteo irremediable: el cubano era mejor.
¿Actuaron bien Ultiminio y sus apoderados, a sabiendas del riesgo que corría? Depende más de cuándo que de cómo se vea: para el fanático de hoy ni fi ni fá, por lo general, la prensa ayuda a crear bultos o a exagerar a buenos boxeadores, sin profundizar en asuntos que pudieran colocar al “ex respetable” ante la disyuntiva de aceptar o rechazar un bout. Hoy hacen lo que quieran los poderosos, es una masacre de la moral y el respeto debidos a quién ni sabe ni acaso le importe cómo cubrirse un golpe tirado al mentón de sus intereses personales.
De hecho, casi nunca la fanaticada comenta del fraude de los pesos previos; tampoco respecto a cómo subirán el día del combate, que disloca totalmente la opcion championable divisional, porque, por ejemplo, se vio a Pacquiao masacrar a hombres liquidados y al fanático endiosarlo, sin atender las dificultades enormes de los derrotados por cubrirse ante la osadía de boxear en desventaja tanto física como anímica, que se convertían en sentencias de muerte antes del pleito.
Evidentemente, el comentario esclarecedor de situaciones conocidas desde los camerinos por la prensa, que nunca trascienden al público, ha sido intocable, tabú para alcanzar lo que perseguía “el mandón” Arum, sin importarle la poca credibilidad proyectada por tales acciones, que ganaban el aplauso cómplice de un fanático que, como se aprecia, merece lo que le hacen.
Existen un rosario de peleas en estos tiempos, exposiciones de fajas incluso, que se pactan en pesos especiales para darle cañona a lo natural y hacer campeones o retadores, que resultarán cuando un hombre, que debió pesar 157, suba con 175 y el contrario solo en 161, este vicio, este abuso, se ha convertido en rutina.
El público recibe lo que sea y no desacredita los manejos del boxeo que lo afectan, incluso ni amenaza que castigará retirándole el apoyo cada vez que sucedan irregularidades; por eso es muy diferente al de antes, porque reciben lo que le tiren sin protestar, pero, si protestan, con debilidad que pasma, el sábado estará frente al televisor observando el robo anunciado contra su dinero donde se pague la oferta.
Arum ha dicho que está próxima la pelea entre May jr y Pacquiao, ahora el Niño Bonito dice que saldrá a recorrer el mundo en espera, dejando entrever que nunca se ha dado la mínima posibilidad de aprobarse legalmente el contrato, hace rato que este “teje maneje” se convirtió en un cachumbambé, por momentos uno arriba, después el otro…
Voy a repetirlo, la culpa es del público, que hace el rating que necesitan los interesados (television), con la ayuda en su contra de la prensa y los promotores.
Hasta que no reconozca que el dinero, exagerada y groseramente pagado a May jr y al resto sale de su bolsillo; mientras no entienda que es el culpable por lo que casi convierten en tragedia; porque no “cazan” la que se quiere”, los dos boxeadores continuarán sin verse las caras en un ring hasta…si es que un día lo acuerdan.
Hay una solución, deje vacía la silla en peleas de los dos, no compre paquetes donde haya PPV para ninguno de ellos; así obligará a la prensa a presionar a favor suyo y a los promotores a reconocer que, se puede pisotear la moral popular hasta cierto punto, solo hasta cierto punto o “podría ripostarse contundentemente”.
exacto a la verrrrrrrgaa los ppv amañados del negro.