ESAS BARBARIDADES NO EXISTIERON “AYER”
Por Andrés Pascual
Antes de “entrar en materia”, por lo que veo, si los ex sovietícos hubieran podido boxear profesionalmente desde los 80’s, las cosas le hubieran sido un poco más complejas a unos cuantos que hasta en el HOF están, incluyo en el grupo a todos los demás países del Este, que no pudieron firmar hasta que se asentaron anímicamente y se organizaron acorde con el nuevo estilo de vida, después de la caída del Muro de Berlín, de los cubanos no hablo, ha sido el crimen más grande de la historia del deporte profesional.
Hoy leí las declaraciones de André Ward: “espero que se resuelva a mi favor el pleito y que obtenga lo que debo tener”, sobre la agria disputa contractual en tribunales contra Don Goossen. El campeón supermediano se mantiene entrenando, pero lejos del pleito oficial, necesario porque “los ahorros disminuyen si no se rellena” y, cuando se trata de figuras públicas, de dominio y acceso popular cuya demanda crece a diario, es un peligro estar desocupado, porque pudiera darse el caso de que redebute en bancarrota y peleando cinco ó seis veces para pagarle a los abusadores del IRS y hasta al bodeguero un “matagallegos” de guayaba.
Resulta que el brillante boxeador cree que ni gana lo que debe ni brilla como merece, porque su promotora no hace lo suficiente para ponerlo en el nivel de ofertta que su condición doe segundo en el ranking libra por libra exige. Aparentemente, Goossen no comparte completamente ese criterio.
La realidad es que Ward ha estado plagado de lesiones que le redujeron la capacidad de actuación a dos peleas en dos años y eso puede pesar, porque es muy peligroso en la relación promotor-patrocinador, informar la suspension de un combate casi a punto por una lesion. Ese detalle arrastra muchos problemas, como suspender un programa completo porque no se concreta la estelar y desperdiciar el trabajo publicitario.
Andre Ward tiene 29 anos, en el ring es lo mejor del mundo, mejor que Mayweathers incluso, pero tiene que apurarse y efectuar los arreglos convenientes para romper el impasse en que está, porque el tiempo pasa y con este las perspectivas del gran dinero, además, como lobo que acecha al cordero detrás de casos como este, la oxidación está ahí, como se dice, “oyendo la conversación”.