Márquez vs. Alvarado / Detalles del combate

Juan Manuel Márquez protagoniza una guerra ante Mike Alvarado en la división
wélter

Como siempre que se nos ocurre ir a cubrir eventos de boxeo fuera de Las Vegas, partimos muy temprano y retornamos ya tarde, pero contentos de haber presenciado una gran batalla donde no se tomo prisioneros.

Juan Manuel Marquez llegó con las notas de ‘El Rey’ a la tarima brava del recién remodelado Fórum de Inglewood famoso por albergar combates de época y en las pantallas gigantes transmitieron el habitual documental de las peleas más apasionadas y el final ‘Esto Es Boxeo y la pelea que ‘Dinamita’ contra Mike Alvarado simplemente quedara clasificada como una de las mejores en lo que va del año.

El público presente puso en claro que su favorito era Juan Manuel y le hacían coros como ¡ole, ole, Márquez! Y otros gritos más atrevidos como ¡Márquez, Márquez, pártele su eme!

Alvarado por el contrario fue el intruso de la película violenta y cuando un reducido grupo trataba de corear su nombre eran opacados con bullas y más mentadas.

Márquez desde la campanada le empezó a meter las manos como hormiguita, de a poquito en poquito, y le daba duro con la zurda, Alvarado mas económico, como que no se animaba a entrarle al ‘toro por los cuernos’.

Márquez continuó metiendo puño en toda ranura a la vista aunque Alvarado esta vez sí le salió al brinco pero sin consistencia, porque Juan Manuel le seguía ganando la partida.

Márquez seguía eligiendo el aterrizaje de sus guantadas, aprovechando cada descuido de Alvarado que sorpresivamente buscó toda la noche la pelea en lo angosto, y así le iba, porque ‘Dinamita’ estaba en la zona que más le
agradaba ganándole el timón en toda maniobra.

Alvarado no quería quedarse muy atrás y ponía su aviso de peligro, pero ‘Juanma’ lo tenía bien medido, picoteando la faldilla de las costillas de un ‘Mile High’ que se dolía y se empezaba a tambalear por el abuso que recibía, mientras esperaba ansioso el golpe de lotería que se le hacía eterno.

Márquez de plano atacaba a sus anchas, duplicando y triplicando la ofensa,
pero Alvarado seguía sin rajar leña en la zona estrecha, sin demostrar respeto por la pegada de ‘Dinamita’ que seguía cerrando con autoridad cada asalto.

Alvarado lo quería madrugar de ton a son, pero áarquez no daba posición fija y seguía atacando sin tregua con un arsenal variado, simplemente más veloz y certero. Ambos se engolosinaban en el cierre del sexto asalto.

Mike cortaba el espacio lo más rápido que podía, pero lo malo del asunto que seguía sin ‘jalar del gatillo’ y Márquez lo hacía ver su suerte al seguir dándole candela para llevar.

En el octavo rollo Alvarado se tomo un receso en cortar la brecha y Marquez no cambiaba para nada su estrategia robotizada de contraataque y ataque en seco.

De pronto Alvarado se animó a tirar la zurda y de respuesta una derecha intrépida de Márquez llegó con comodín y casi saca a su rival fuera
del ring, Alvarado tuvo dificultad para ponerse en pie el referí pareció regalarle dos segundos y el grito de la gente estremecía hasta los huesos y ni siquiera se escucóo el sonido de la campana que llego como ángel de la guarda para Alvarado que estaba en otra dimensión.

Para el noveno asalto, Márquez otra vez al ataque al parecer precipitado para dar el jaque y mate y Alvarado simplemente se sacó la espina al depositar a Márquez en la lona que se levantó como resorte para seguir dando lata el resto del asalto.

En la esquina de Alvarado le avisó el doctor de esquina que su pómulo se hinchaba demasiado y estaban con ganas de parar la contienda, pero lo dejaron continuar y el grito de “México, México” no se hacía esperar.

Ambos se tomaban un receso de varios segundos para reanudar los trancazos y Alvarado esta vez, al sentir el rigor, se alejaba lo más que podía para no ser detectado.

En el onceavo otra vez se tomaron su tiempo pero fue Márquez quien rompía el hielo con golpes selectos y cuando Mike pegaba en lo propuesto, pagaba con creces su osadía.

Marquez seguía siendo el amo y señor de la contienda, pero de pronto Alvarado volvió a sacar las uñas y casi dobla el roble, pero Márquez mantuvo el equilibrio y se mantuvo en pie para seguir dominando de ‘ton a son’ sin
discusión.

Márquez introducía su volado de derecha en el último asalto y eludía con lujo de destreza causando admiración porque ya no es un jovencito de 20 años sino 40 y todavía pega tan contundentemente, que de seguir peleando así es un peligro para cualquiera. Marquez ganó por decisión unánime. (Fotos: JORGE NÁJERA)

JAIME ESTRADA
vidaboxeo@cox.net