Canelo vs Angulo: Ansia de redención
Todas las derrotas son dolorosas. Los sueños se rompen, las nubes se disipan, los egos fenecen. De alguna manera, perder es una sobredosis de realidad de la que algunos nunca se recuperan, pero a su vez por otro lado, volver a la tierra cuando nos creemos invencibles, proporciona al ser humano una perspectiva diferente sobre la que cimentar su futuro regreso. Conocer nuestros límites, nuestras debilidades, nos hace indudablemente más fuertes. En el boxeo no son pocos los casos en los que una derrota en los albores ha desembocado en la construcción de un gran campeón, es más, diría que sin perder, salvo en casos residuales, es imposible que un púgil alcance su mejor versión. Porque sí, hay peleadores como Floyd Mayweather, de récord inmaculado y boxeo excelso, pero de los que jamás sabremos si recibir el amargo beso de una derrota en el momento preciso, les hubiera supuesto crecer en su desempeño pugilístico. El próximo 8 de marzo en Las Vegas, retornará uno de esos campeones cuya posición se ha visto tambaleada por un duro revés, Saúl “Canelo” Álvarez(42(30)-1-1), contra el siempre peligroso, y también mexicano, Alfredo “Perro” Angulo(22(18)-3-0), en una pelea que si Mayweather deja vacante su título WBC superwélter, será válida por cetro mundial.
Luego de la apabullante derrota que el Canelo sufrió el pasado 14 de septiembre contra Floyd Mayweather, dejé constancia que confiaba en que el mexicano todavía tenía en sus entrañas el talento para convertirse en un gran campeón. Es completamente cierto que su imagen fue lamentable, pero sería desacertado desde mi prisma, reducir a este peleador a lo que vimos esa noche. Confío en su talento, en su capacidad para minar al rival con sus terribles golpes al cuerpo y en su astucia para controlar el ritmo en el ensogado. Mayweather lo superó, y prácticamente lo humilló, pero hablamos de un chico de 23 años todavía, con como mínimo, una decena de años por delante para cosechar títulos. Y sobretodo, hablamos de un boxeador con hambre, dispuesto a demostrar en el encordado que su estrella puede brillar más fuerte que nunca.
Porque Saúl ha sido machacado y vilipendiado por la opinión pública. Muchos de sus valedores se han esfumado y sus críticos han vomitado bilis sin coto alguno. Suele ocurrir, así es la escena mediática: te ama cuando vuelas y te aplasta cuando besas el suelo, pero el Canelo va a volver a volar, no tengáis duda de ello, y si lo hace una versión mejor a la precedente, nada estará fuera de su alcance. Angulo, no es ninguna broma, de hecho es un boxeador que promete plantear una guerra descarnada y que supondrá sin duda, una prueba peligrosa para el Canelo. Ahora bien, no es ni mucho menos el rival más peligroso que podría haber enfrentado, con hombres en la escena como el cubano Eirslandy Lara, deseosos de obtener una pelea que los lleve a la primera escena pública.
Faltan dos meses todavía para esta pelea, pero ya ardo en deseos por ver qué Canelo veremos después de su derrota contra Mayweather, ¿con la moral mermada o reforzado y dispuesto a madurar? Si nada cambia, lo descubriremos el 8 de marzo. Un saludo.