Pacquiao está de vuelta
El sábado pasado el astro filipino volvió a entrar en la élite del boxeo al darle una lección de boxeo y una paliza al mexicoamericano Brandon Ríos.
Ríos, como de costumbre habló mucho, dijo que retiraría a Manny, que no aguantaría su presión y que era su tiempo. Ni una cosa ni otra, no soltó una combinación decente en toda la pelea. Ni su talla ni sus nueve libras de ventaja sirvieron de algo.
Pacquiao volvió a hacer parte de las cosas que lo llevaron a la cima, gran juego de piernas y una velocidad relampagueante lo convirtieron en un fantasma contra Ríos que nunca se ha caracterizado por su velocidad o por ser poseedor de una fina técnica boxística.
Antes del pleito estaba la duda de cómo reaccionaría el tagalo ante un buen impacto en la quijada, si bien ese golpe nunca llegó, aguantó bien lo poco que Brandon conectó. Desde el primer asalto fue muy evidente la diferencia de velocidades y se esperaba que el chicano en algún punto del combate pudiera acorralar a su rival y soltar combinaciones en el terreno corto, pero ese momento nunca llegó, el Pacman le hizo la faena en más de una ocasión y a placer soltó combinaciones y disparó ese cañón que posee en la mano izquierda repetidamente a la cara de Ríos.
Todo indica que Pacquiao quiso ir los 12 rounds ya que parecía que en cuanto se decidiera acabaría con el combate, sin embargo puede resultar en algo beneficioso para él, el tener más rounds le da confianza de asentarse en el ring, lugar en el que pensaríamos que no lo volveríamos a ver después de que Márquez lo dinamitó con un derechazo que quedará para la historia en diciembre pasado.
El team Ríos se tragó todas sus palabras, Ariza preparó bien al Bam Bam para recibir una golpiza, Robert García vio cómo su peleador era vapuleado de fea forma tal y como lo hizo 3 años antes cuando Margarito se llevó una tunda impresionante a manos de la súper estrella filipina, en ambos casos García solo observó sin pasarle por la cabeza la salud de sus pupilos. Por suerte Ríos no salió con una lesión de gravedad en esta reyerta, lastima por Margarito quien sufrió una fractura del cigomático derecho en su oportunidad con Pacquiao, pelea a la que le sobraron 4 o 5 asaltos.
Esto deja abierta la puerta a una revancha entre Manny y Bradley. El americano ganó la primera pelea increíblemente después de perder unos 10 rounds, pero pues esto no deja de ser un negocio y parece que el apodado como Tormenta del Desierto es la nueva estrella a impulsar por su promotora, en su siguiente combate se la pasó mareado, en el piso, sin que le contaran una caída y si bien es cierto dio una férrea batalla contra el ruso Provodnikov, terminó por llevarse la decisión; pasó a pelear con Juan Manuel Márquez, quien no tiró tantos golpes como antes y en algún momento incluso payaseó, algo que nunca se le había visto y perdió por decisión de los jueces.
Parece que queda descartada la quinta pelea entre el Pacman y Dinamita, Márquez ha dicho ya en varias ocasiones que cumplió su cometido que era noquear a Pacquiao y no quiere volver a enfrentarlo, esto se puede ver como algo injusto ya que a él le dieron la revancha en tres ocasiones, quizá no fue de forma inmediata, pero eso no es culpa del peleador que enfrenta si no de la gente que los rodea que muchas veces no quieren arriesgar en demasía a sus boxeadores.
Pero más allá de estos combates esperamos que se llegue a dar el que más se espera, la pelea de ensueño, aquella que rompería todos los records del boxeo de paga, Pacquiao-Mayweather, ojalá y se acuerden que pelean para la gente y emulen a peleadores como Duran, Hagler, Hearns y Leonard que nunca se sacaron la vuelta y nos regalaron batallas que todavía nos emocionan.