PACQUIAO TIENE MUCHOS MOTIVOS E INCENTIVOS PARA VENCER A RIOS
Normalmente, la única motivación que tienen los boxeadores al subir al ring para vencer a sus rivales es la de ganar un titulo o ganar para permanecer vigentes en la busca de un fajín mundial. El sábado, en el anticipado combate entre el filipino Manny Pacquiao y el México-americano Brandon Ríos que se realizará en Macao, China, tanto el asiático como el chicano estarán ahogados en el agua de la motivación para liarse a golpes en el ring.
Por un lado en este combate en que se disputa el título welter de la OMB, tenemos a Ríos, un púgil de 27 años entrón y con una lengua tan potente y filosa como sus nudillos.
“Yo no soy escalón de nadie”, ha dicho Ríos rabiando de coraje ante la sugerencia de varios enterados en el deporte que ven al chicano de California como un rival cómodo y víctima de un Pacquiao que busca redimirse del brutal nocaut que le propinó el mexicano Juan Manuel Marquez en su último combate. “Díganle a Max Kellerman (comentarista de HBO) y a todos esos periodistas y expertos que vayan a @#$%&*, porque yo no soy escalón de nadie. Voy a enseñarles que soy un campeón y que voy a retirar a Pacquiao”.
Otra motivación que tiene Ríos es taparle la boca a Freddie Roach, entrenador de Pacquiao, quien ha dicho que su boxeador va a parar al californiano en 4 asaltos. Además, Ríos quiere con una victoria ensalzar y elevar la labor de Alex Ariza como su preparador físico. El controvertido Ariza trabajaba para Roach y Pacquiao, pero fue despedido por el entrenador del asiático hace unos meses restándole méritos al trabajo de Ariza. Claro, Ríos también buscará ante Pacquiao una victoria que lo catapulte hacia la élite pugilística en donde aun está el filipino, a pesar de sus dos derrotas al hilo, y otros boxeadores que cobran fuerte.
Pero si la lista de motivaciones de Ríos es larga, la letanía de razones por las cuales Roach y Pacquiao quieren triturar a Ríos es más larga y profunda. Se podría escribir una novela sobre esto y pasarla por televisión.
Sólo unos días después de que se anunciara este combate hace varios meses, se dio a entender que Roach y Pacquiao habían aceptado pelear con el chicano, porque su estilo franco es ideal para que el filipino regresara a la senda del triunfo después de dos derrotas consecutivas. Luego se manejó en la prensa que la verdadera motivación de Roach en aceptar este combate es la venganza. Ríos y Antonio Margarito fueron captados por las cámaras de TV cuando entrenaban en México y se mofaban de Freddie Roach, quien padece de un síndrome parecido al de Parkinson como resultado de su carrera pugilística. Mientras que Ríos y Margarito imitaban y se burlaban de la condición médica de Roach, su entrenador Roberto García fue captado riéndose de lo que hacían sus boxeadores.
Roach prometió entonces que se vengaría de Ríos y de García en este combate. En los últimos meses los insultos entre ambos campamentos fueron la regla más que la excepción aunque los boxeadores y sus respectivos entrenadores hayan sido captados en varias fotos tomadas en China posando juntos en gira de promoción del combate.
Y como si no existieran ya suficientes motivos para que estuviera caldeado el ambiente entre ambos campamentos, hace unos días vino la tormenta que acabó con la paciencia de los dos bandos. Eran las 11 de la mañana allá en Macao cuando el entrenador García, Alex Ariza, Ríos y otros miembros de Team Ríos calmadamente estaba preparándose para abandonar el gimnasio en donde enseguida entrenaría Team Pacquiao. Roach no quiso esperar un minuto más, porque le tocaba entrenar a las 11 a.m., y le exigió a Ríos y a su bando que se alejaran del gimnasio inmediatamente. Ambos lados se hicieron de palabras altisonantes y luego Ariza sacó una patada, como el mejor bato del barrio, y se lo plantó a Roach en el pecho. Ambos bandos se pusieron de pie, pero las cosas no pasaron a mayores.
Ahora Pacquiao y Freddie han amenazado de nuevo cobrar esta afrenta en el ring. El filipino, según reportes, dijo que aniquilaría rápidamente a Ríos.
“Lo que no entiende Ariza es que Manny me ha golpeado en los entrenamientos 10 veces más duro que él. Ariza golpea como una niña”, dijo Roach en tono de burla.
Roach ha prometido acabar con el chicano en menos de 4 asaltos, aunque el filipino no ha noqueado a nadie desde que lo hizo con Miguel Cotto hace 4 años.
Vaya novelilla. Lo bueno de todo esto es que el público es el que se beneficiará con esta riña y rabia que sienten uno por el otro.