(Foto: Suministrada)
Anthony Joshua derrotó a Jake Paul ayer en Miami por KO en el sexto round. La pelea dejó más preguntas que respuestas y confirmó sensaciones que muchos ya tenían. Jake Paul volvió a mostrar que, más allá de su capacidad para vender eventos, está todavía muy lejos de ser un boxeador hecho y derecho.
Su planteo fue claramente defensivo, vino a correr, a sobrevivir y a evitar el nocaut, algo que logró hasta el sexto round más por la mala forma actual de su rival que por méritos propios. No hubo intención real de proponer combate ni de asumir riesgos, lo que terminó desnaturalizando el espectáculo.
Del otro lado, Anthony Joshua ofreció una versión pobre, descoordinada por momentos y sin la claridad necesaria para cortar el ring ante un mediocre oponente que se desplazó constantemente. Aun así, incluso en una noche lejos de su mejor nivel, Joshua fue claramente superior, marcando las diferencias desde lo físico y lo boxístico.
El simple hecho de que Paul necesitara huir durante buena parte del combate expuso la enorme brecha que todavía existe entre un boxeador profesional y alguien que solo se mueve con profundidad en el aspecto comercial mucho más que dentro de los márgenes del deporte.
En resumen, fue una pelea vergonzosa y forzada, pensada exclusivamente desde lo económico y no desde lo deportivo. Nada de lo que ocurrió sobre el ring estuvo a la altura de la taquilla generada ni del ruido mediático previo.
Jake Paul, una vez más, confirmó que es un gran influencer-promotor de sí mismo, pero también que no es ni la sombra de lo que podría llamarse un boxeador. Y esta vez, ni siquiera una muy mala versión de Joshua pudo disimular esa realidad.
El autor es originario de Cuba. Es escritor y analista de boxeo desde el 2006, con más de 1,000 publicaciones en diferentes páginas de internet y medios informativos.
Conduce el programa ‘Gancho de Derecha’ en el canal ‘Manny Boxing Channel’ y dirige la página Boxeo de Altura en Facebook. Además ha publicado varios libros, el último de ellos el 2022: “El Boxeador, el niño que soñó con ser campeón del mundo”.
