MÉXICO / ‘DRAGONCITO’ VERDADERO ĺDOLO

Mario “Dragoncito” Rodríguez tuvo su primer contacto con el mundo del boxeo gracias a su amigo de la infancia Baltazar Morales López, quien ya falleció y a quien Mario dedica todas sus peleas, incluso porta su nombre en el short y dice que desde el cielo le ayudó a consagrarse campeón mundial en septiembre pasado.

Desde pequeño fue un niño deportista, al que le encantaba el fútbol y jugar con soldaditos, tanques y aviones, pues su sueño era enrolarse en el ejército; pero cuando conoció el boxeo el anhelo castrense pasó a segundo término, poco a poco comenzó a darse cuenta que poseía cualidades y se decidió a debutar como profesional, cuando le dijeron que todo buen boxeador tiene un buen apodo comenzó a buscar en libros un personaje; una novia que tenía le dijo que su signo chino es el dragón y así se decidió por tomar el dragón como parte fundamental en su carrera, aunque en la pelea lo rebautizaron como “Dragoncito”.

Su carrera no ha sido fácil, pues tuvo que picar piedra para hacerse de un nombre y un prestigio dentro del boxeo, recuerda que lo llevaban como “carne de cañón” y siempre daba la sorpresa, muchas peleas se las robaron por estar en casa de su rival; hasta que le llegaron las grandes oportunidades que no desaprovechó y lo han convertido en estandarte del pugilismo en Guasave, en donde ya es un ídolo.

Todos los días corre a las seis de la mañana, regresa a casa a lavar su ropa del gimnasio, y trata de pasar el mayor tiempo posible con su pequeña Anabel Rodríguez Acosta de 5 años, quien es su gran inspiración; en casa convive con su padre y hermano, quienes siempre lo han apoyado en su cerrera. Desde que es campeón del mundo, su vida no ha cambiado en mucho, pues sigue siendo el mismo muchacho sencillo, sólo que ahora lo detienen en la calle para tomarse fotos y pedirle autógrafos.

Confiesa que es una satisfacción pelear en la casa de los Algodoneros, pues cuando juegan todos los guasavenses están al pendiente, y aunque le encantaría no puede ir al parque de béisbol porque hay veces que terminan muy tarde los juegos y debe ir a correr temprano.