Pudo ser una tragedia

Nuevamente hubo boxeo, pero no hubo boxeo en México. Se repitió lo de la semana anterior, pero esta vez con matices preocupantes. Miguel Berchelt debutó en 135 libras, se vio grande, fuerte y de musculatura marcada. Perfectamente pareció un 147, ante un rival con experiencia, pero lejano de su nivel y que exhibió muy mala condición física como Eleazar Valenzuela.

La pelea fue de un solo lado y fueron largos seis asaltos en los cuales Berchelt lo golpeó a placer, con andanadas durísimas, combinaciones que le llegaron a toda la humanidad de Valenzuela y que exigían temprano que ese combate fuera detenido.

Se equivocó Zanfer y es posible que el apuro por regresar el boxeo los haya llevado a descuidar aspectos fundamentales de este deporte: enfrentar a rivales en similar condición. Lo que se vio pudo ser perfectamente el escenario de una tragedia.

Necesitamos ver boxeo, pero ‘no ese boxeo’. Por el contrario, la sensación pasa de agridulce, necesariamente deberán evaluar esos errores y analizar las reacciones de este tipo de peleas entre los fanáticos. Este sábado volvimos a perder todos y el boxeo necesita ganar, sin dejar víctimas sobre en la lona.

 

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