La reflexión del Round 26, y esta vez que las damas si sean primero.
Por Jaime Estrada vidaboxeo@cox.net
Estamos en el ombligo de la semana, (miércoles) y empecemos este WBC Talk con la motivación diaria de Xochitl Lagarda antes de entrarle al toro por los cuernos a la plática:
“Queremos seguir con este ánimo positivo, sin bajar la guardia para nada, y hoy abordaremos el tema de la salud, desde el punto de vista en lo emocional, comprender la relevancia que tiene el bienestar, la felicidad, el optimismo y los enfoques positivos. Y para esto, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Es posible tener salud mental y estabilidad emocional estando confinados? Y la respuesta es que sí, y para ello, hay que ser consientes y tomar la decisión de acatar nuestra mejor versión y preparándonos para lo que viene, y una variable relevante en esta situación es el optimismo, que es un constructo de la personalidad que procede como factor determinante cuando las personas se encuentran en situaciones de presión. ¿Y como actúa la persona optimista? Por lo regular tienen una personalidad estable, lo que la predispone de forma positiva a la hora de actuar, maneja las situaciones de estrés, de adversidad, poniendo en marcha siempre estrategias de afrontamiento mental y además, tiene expectativas favorables, lo cual incrementa su probabilidad de éxito, y de esta forma capitaliza cualquier esfuerzo para alcanzar el objetivo propuesto. Logrando de esta forma centrar su pensamiento en la solución y no en el problema. Ahora bien, ¿Cómo se conduce la persona pesimista? La cual tiene expectativas casi siempre desfavorables, es negativa por naturaleza, aplican la ley del menor esfuerzo, a veces hasta el punto de desentenderse totalmente de la tarea, y sus estrategias se centran en el problema y no en la solución. Entonces, para ir concluyendo la reflexión de hoy, tengamos presente que el optimismo trae energía positiva, y por lo contrario el pesimismo nos acarrea y nos trae debilidad y fracaso. Cuando tu actitud hacia la vida es optimista, levantas el ánimo de las personas que te rodean, eres fuente de esperanza y de fe en la vida ante la adversidad, lo igual atrae lo igual, el optimismo genera optimismo y opera como una bola de nieve siempre a tu favor, entonces tomemos la decisión de ser optimistas, con una actitud positiva, afrontando el confinamiento desde casa, ahorita no es tiempo de salir, tenemos que aguantarnos todavía un poco más, y la luz al final del túnel ya la veremos muy pronto”.
Y como me encanta este tipo de lectura, para los que no hay leído mi libro Julio César Chávez. El César del Boxeo, aquí les dejo otro de los poemas de boxeo de mi inspiración incluido:
Cenizas: Mi existencia, una guerra sin cuartel, inconsciente y confusa, sin tener la esperanza de la cosecha por el esfuerzo y sí un agudo dolor cuando todo está en silencio, pues mi rival es el otro yo que traigo dentro de mi ser. Me estoy haciendo daño al explotar al máximo mi fama de guerrero sin miedo, forzando mis cualidades en cada contienda, pero con la pasión ausente en mi corazón. Mas lo peor de este melodrama es que con ansia insensata, voy pensando en los placeres mundanos ajenos a mi estricta disciplina, distracciones de las cuales por la carga de ser monarca, siempre me privé y las creí apartadas de mi vereda de ambiciones y ahora se me ofrecen con los escrúpulos opacados de gente que sólo quiere satisfacer sus propios fines e inquietudes. Los años pasan como brisa de madrugada y siento en el alma que miles de bocas se mofan de mis deseos insatisfechos. Ahora, aunque reniego, reconozco que mis reflejos felinos que tanto me distinguieron se han extinguido y con rabia visualizo el temor a muchas cosas raras, porque nada es perpetuo en esta vida, muchas veces está llena de espinas ocultas para herir cuando uno menos lo espera. Todavía no me resigno a esta marcada melancolía aunque sin quererlo soy la viva estampa de los que estuvieron antes en mi lugar, ahora sé la realidad de mi persona. Mi terquedad me orilla al abismo de los todos tuvieron a manos llenas y no midieron sus límites, pagando un precio muy elevado por su osadía. Siento que todo lo bueno se me esfuma como espuma en las manos, pero aún me queda el amor sincero de mis hijos que amo tanto, pero primeramente Dios, me levantaré después de haber caído, pues me doy cuenta que esos que dijeron ser mis amigos no están conmigo en la etapa que más los necesito, pero con optimismo vamos a seguir avanzando siempre con las emociones positivas en mente.