Boxeo y solidaridad: Las cosas por su nombre
YouTube es una nueva forma de comunicar y hacer periodismo, pero este video no es una cosa ni la otra: es solo un grito de alerta, un necesario recordatorio sobre dos aspectos cruciales ante la terrible situación que enfrenta la humanidad y de la cual el boxeo es tan víctima como otros deportes: las verdaderas necesidades del momento y la responsabilidad de los verdaderos actores de este deporte profesional.
Se están cometiendo errores, quizás por incapacidad, rechazo a asumir responsabilidades, o cualquier otra razón. Pero es hora de bajar a tierra y alguien debe decirlo, aunque sea desde el eslabón menos influyente de la comunicación actual.
– Los organismos no están enfrentando su responsabilidad en un momento histórico, alejados unos de otro y esperando por soluciones que son ellos los encargados de buscarlas.
– Las grandes promotoras están más enfocadas en promover peleas que no se sabe cuándo y cómo sucederán, olvidando la pelea más importante: la de miles de jornaleros del boxeo que padecen aferrados el más débil eslabón de este deporte, el de aquellos que no ganan dinero para guardar en los bancos.
– El periodismo es parte de esa inacción y se enfoca en lo fácil, la cara glamorosa, olvidando la única faceta que crece ante esta crisis sin tener una voz que los represente.
– Los pocos millonarios de este deporte, los campeones que en el tiempo reciente obtuvieron ganancias por encima o muy cerca del millón de dólares son los grandes protagonistas del show diario, los entrevistan todos, hasta los presidentes de los organismos han elegido esa forma de pasar el confinamiento.
Pero son pocos los gestos de solidaridad y generosidad conocidos. No se conoce ningún desprendimiento en bien de los que menos tienen. Eso no significa que no existan actos de generosidad. Pero no se conocen y es bueno que las promotoras, los organismos, los periodistas con acceso a esos millonarios, empiecen a difundir quien asume públicamente su generosidad y educa con su ejemplo.
El video fundamenta la razón de este reclamo, no va dirigido a nadie en particular, pero al mismo tiempo, va dirigido a todos, cuestiona todo y exige respuestas de quienes deben darla.
En una palabra, pone el dedo en la llaga de quienes miran hacia otro lado o tal vez, no han caído en la realidad.