El destino tapatío: ¿qué sigue para Solís, Álvarez y Vázquez?
La pasada presentación de Ulises Solís contra Edgar Sosa sólo confirmó que las secuelas de Viloria y de la supuesta agresión de Saúl Álvarez han terminado con dar por tierra la carrera del tapatío; al contrario, en espera de su pelea de abril, el “Canelo” parece vivir el mejor momento con el poder de decidir no pelear en la cartelera de Mayweather en mayo. A ellos se une la noticia de una posible contienda de Miguel Vázquez con Ricky Burns; ¿hacia dónde va el boxeo de Jalisco?
Triste adiós para Solís
Apenas dos round y muy poco, pero infinitamente poco boxeo, bastaron para que Edgar Sosa derrumbará a su acérrimo enemigo Ulises Solís y refrendará su cinto plata CMB mosca, de paso colocando la serie entre ambos púgiles 2-1 y mandando al retiro al “Archie”. Aunque suene prematuro, lo que el golpe de Sosa provocó no es menor cosa y por salud el dos veces campeón minimosca de la FIB debería decir adiós.
Solís deleito con vistosas combinaciones, donde la velocidad y la puntería eran las reinas; no obstante, el pasado 9 de marzo, poco de la grandeza de Ulises se mostró en el cuadrilátero. Existen dos posibilidades de explicar lo que pasó: el prolongado descanso del boxeador tapatío ha acelerado su pérdida de condición física, lo que a sus 31 significa el fin de su carrera en una categoría en la que es pequeño de tamaño.
Solís brillo en el peso paja, pero no pudo coronarse ante su oportunidad con el boricua Nelson Dieppa, en 2004. Subió a minimosca y logró coronarse monarca de la FIB, sumando 8 defensas después de destronar a Will Grigsby. En una noche para el olvido, el 14 de abril de 2009, Brian Viloria lo noqueó por primera vez en su carrera y lo destronó.
El “Archie” logró regresar en diciembre de 2010, cuando fue robado en Buenos Aires, al derrotar a Luis Alberto “Mosquito” Lazarte, pero empatar según el torcido veredicto de la comisión local. En la revancha obligada por la FIB, el 30 de abril de 2011, Solís no fue tan contundente, pero esta vez ganó a Lazarte por DD; pudo defender su título ante Jether Oliva, en agosto de 2011, pero después de la agresión que él mismo denunció, fue despojado del título y quizás de su carrera.
Los berrinches de Álvarez
En el momento crucial en el que debe demostrar si es merece ser uno de los mejores campeones mundiales mexicanos o si sólo es una figura mediática, Saúl “Canelo” Álvarez realizó un desacato público al negarse a formar parte de la cartelera del 4 de mayo de Golden Boy, que estelarizará la pega Mayweather-Guerrero, argumentando que “Money” ha estado huyendo constantemente de él y que no iba prestar su nombre para que las ventas del PPV y la entrada del MGM Grand sean un éxito.
Lo cierto es que Mayweather está más allá de las clásicas componendas de Óscar de la Hoya y es casi seguro que el berrinche de Álvarez nunca habría funcionado. Además, a pesar de su estilo poco comercial y del odio que despierta en la afición general del boxeo, Floyd es el campeón del PPV, tal como lo dijo en su pelea contra Shane Mosley: “él es un boxeador de nivel HBO, yo soy nivel PPV”.
Además, con su carrera formada con victorias sobre veteranos en fase de retiro o de jóvenes, por mucho que sea un campeón mundial con mucho potencial, Álvarez no tiene con qué sustentar su valentonada de retar a Mayweather y condicionar su presentación a la firma de una pelea próxima. El deber del “Canelo” es callar ya del asunto con Floyd y prepararse para Austin Trout, quien no será un flan de intercambio como sus últimos retadores.
El “Canelo” tiene todo para ser el boxeador que logre destronar a Mayweather (si Guerrero no se adelanta), pero desplantes de soberbia como el que se dio alrededor de la función del 4 de mayo sólo afectan la imagen del mexicano y pueden volverlo vulnerable para cuestiones de primer importancia como su unificación.
Álvarez dice conocer a la perfección la estrategia para lograr una victoria, incluso por KO sobre Trout, un púgil con tan bajo perfil que se antoja perfecto para cerrar la gran boca del tapatío. De las peleas de importancia de Trout hay tan pocas que han sido televisadas que es imposible decir que lo conoce como la palma de su mano. Ni el experimentado Miguel Cotto, experto en derrotar boxeadores de escaso poder, pudo descifrar la esgrima destructiva de Austin.
Si sigue con su cantaleta de ser un boxeador que pueda compararse con Mayweather, de menospreciar a Trout y de concentrarse en su posible pelea de septiembre en vez de la de abril, el cinto del “Canelo” podría pasar a otras manos y el mexicano recibir una gran humillación.
El “Títere” quiere salir del vodevil
La carrera de Miguel Vázquez sigue sin convencer a muchos y de ilusionar a otros cuantos, por su estilo heterodoxo, donde la reversa y los golpes de trapecista terminar por sofocar el fuego de contendientes vario tipo que han intentado vencer al tapatío. El llamado “Títere”, sin embargo, sigue generando chiflidos en sus presentaciones, con sus actos incomprendidos de una defensa muy efectiva y de un ataque que aún no ha mostrado su real potencial.
Este “Títere”, al parecer, quiere salir de las funciones en las que su pelea es sólo relleno de otra mejor o más atractiva. Nada puede gustarle a un boxeador que sus peleas sean recortadas o que alguien se quede dormido.
En la histórica cartelera del 08/12/12, donde Juan Manuel Márquez noqueó y derrotó por fin oficialmente a Manny Pacquiao, no tuve la oportunidad de ver en directo la contienda de Miguel Vázquez, pregunté a alguien sobre el resultado contra Mercito Gesta y esa persona me respondió: “ganó el filipino, pelea horrible”. Así desconoce la gente del “Títere” y así piensan de su boxeo tan distinto del estereotipo mexicano.
Miguel Vázquez, sin embargo, tiene la oportunidad de llegar a las luminarias que su personalidad sobre el cuadrilátero no le ha permitido. Una posible unificación de su cinto FIB y el de la OMB en peso ligero está a la vuelta de la esquina, la empresa Top Rank se encuentra intermediando para lograr una pelea ante Ricky Burns.
Burns, el niño maravilla de Escocia, salió del anonimato para vencer en una fragorosa batalla (que tenía casi perdida en el primer episodio) ante el boricua Román “Rocky” Martínez, por el título OMB superpluma en 2010; ascendió como la espuma y le ganó el cinto OMB ligero a Paul Moses en 2012.
Ahora, una pelea entre ambos boxeadores sería una joya para el boxeo mexicano y el mundial en general. Porque curiosamente Burns tiene el tipo de corazón y boxeo que ha caracterizado a los mexicanos en la historia y porque Vázquez es el rival perfecto para vencer este tipo de boxeo.
La cita del “Títere” parece cercana, pero el salir victorioso y la forma de obtenerlo dirá mucho de su futuro y el respeto que se gane más allá de Jalisco, donde muchos esperan grandes peleas de Miguel Vázquez.