LOMACHENKO, DOBLE CAMPEÓN MUNDIAL Y PALMARÉS 6-1, 4 KO’s

Por Andrés Pascual

Para explotar su relativa fama pugilística de campeón olímpico, hicieron debutar profesionalmente a Pete Rademacher en una pelea por el campeonato mundial heavyweight contra el entonces campeón Floyd Patterson, el ahijado de Cus D’Amato lo masacró.

El cubano Guillermo Rigondeaux le ganó por nocao la faja supergallo AMB a Rico Ramos en la pelea # 9 que disputaba profesionalmente. En la # 12, la versión OMB a Nonito Donaire por veredicto judicial.

Cuando se retiró como doble ex campeón mundial, el récord de Fernando Vargas era de 31 peleas efectuadas.

Sugar Ray Robinson peleó 208 veces en 25 años de carrera, 3 fuera del pugilismo, su primer campeonato mundial, faja welter, lo ganó el 20 de diciembre de 1946 en la pelea 71 que disputaba, a Tommy Bell por decisión unánime.

En la pelea # 20, a los 22 años, noqueó Cassius Clay en Miami Beach a Sonny Liston, corría 1964. Clay fue el boxeador más brillante en los JUEGOS OLÍMPICOS DE ROMA-1960.

Existen conceptos antiguos, buenos para épocas pasadas, que la actualidad pugilística ha echado por tierra, uno de estos es la filosofía del boxeador, que define el éxito del amateur entre profesionales dependiente de la posibilidad de adaptarse a la manera de pensar del profesional, pero hay amateurs normales, que debutan en los aficionados sin saber boxear y están un tiempo prudencial en el aficionismo hasta que firman, pugilistas de condiciones, de futuro a veces, pero que no lograron premios olímpicos ni regionales, acaso ni nacionales y hay las estrellas olímpicas y es aquí donde se traba el balín.

Un peleador premiado en eventos internacionales amateurs se adaptará más fácil al boxeo profesional, a la mentalidad profesional, que quien no haya brillado en el circuito salvo excepciones, por ejemplo, los cubanos están preparados para realizar rápido la transición a estrellas del pugilismo rentado, sin embargo, los bloquea la diferencia en el modo de vida civil capitalista contra el castrista y la cantidad de años y de peleas contra peleadores inferiores, más el hecho de no necesitar extremarse para ganar medallas, por lo que la autoexigencia dentro del ring, lo mismo entrenando que peleando oficialmente, puede brillar por su ausencia por exceso de prefabricada confianza, entonces usted ve cómo algunos pierden o son deslucidos por paquetes que no debían quedarse de pie contra ellos dos rounds.

Vasily Lomachenko perdió la 2da pelea profesional que hizo contra Orlando Salido, pero 3 meses 20 días después le ganó a Gary Russell jr la faja pluma de la OMB en su 3era, todo en el 2014.

Para convertirse en pieza museable rara por ser el doble campeón mundial con menos pleitos necesitados para lograr semejante récord, en Junio de este 2016 le quitó la faja superpluma, también de la OMB, a Román Martínez por nocao, su única pelea del año hasta ahora…

Mañana Lomachenko expondrá la faja superpluma OMB contra el fortísimo pegador jamaicano Nicholas Walters (26-0, 21 KO’s una tabla).

El paisano de Bob Marley supera al ukraniano por una pulgada de estatura, 5’7 vs 5’6 y por dos cms de alcance, no ha sido campeón mundial oficialmente, pero ha ganado un par de coronas de mentiras, de esas que, como consolación porque no le buscan a un boxeador la buena, o porque quieren mantener codicioso a una figura bisoña, entregan los organismos de hoy sin pena ni arrepentimiento.

Walters tiene nocao punch con ambas manos, saca la zurda en hook a velocidad espantosa y tira el uppert de derecha igual de rápido, por donde pegue lastima, tiene un poco menos de velocidad que Lomachenko, pero el ukraniano boxea más, no como para darle lecciones, pero es mejor trabajando con los pies.

Nicholas Walters tiene que cuidar la guardia que a veces sacrifica para golpear, porque, aunque Lomachenko no pega como él, si le combina lo puede noquear.

Me gusta Walters porque los grandes pegadores siempre tienen dos puntos de ventaja en las tarjetas, a menos que algo les salga mal entre el 1ero y el 5to y les entre el palo que los tire sin remedio.

Contra Lomachenko Walters debe tener mucho cuidado, que estoy hablando de un boxeador, no de un corista del ring.

Mañana será el duelo en Las Vegas, la resistencia a la distancia pudiera jugar su papel después del 7mo si no se produce un nocao hasta ese capítulo, si pasan del round que dije, entonces entra en juego la capacidad del verdadero pegador, sino el que le queden fuerzas y ánimo para anestesiar, cuando los guantes comiencen a pesar y los pies a arrastrarse. Esperemos…