Tirando Guante: Nadie es intocable, pero hay que aguantar las consecuencias
¿Desde cuándo son los gays intocables? Su conducta, aunque puede ser aceptable entre ellos porque los homosexuales son tan humanos como usted y yo, no deja de ir contra la norma ya que la gran mayoría de la humanidad es heterosexual. Al salir del closet y querer ser parte de la corriente principal buscando hacerle publicidad a su causa, las personas homosexuales se exponen a recibir críticas de quienes se oponen a este estilo de vida. Si el famoso boxeador filipino Manny Pacquiao fue criticado por decir que la conducta de los homosexuales es peor que la de los animales, debe ser más criticado por rajón, por retractarse después de que el “daño” ya estaba hecho.
Todo mundo tiene derecho a su opinión y nadie debe ser inmune a las críticas. No existen “vacas sagradas,” término prestado de “sacred cows” en inglés que significa ser una persona intocable e inmune a las críticas a pesar de su comportamiento. Eso sí, hay que enfrentarse y aguantar las consecuencias. Si Pacquiao cree en lo que dijo, le debe importar muy poco que Nike le quite su patrocinio. El puede vivir como lo rico que es sin el dinero de la compañía mundial de artículos deportivos.
Nike y su promotor Bob Arum criticaron sus comentarios, porque les conviene monetariamente. Los gays también compran tennis y ropa con el logo de Nike y a los gays también les gusta el box. Aunque el candidato presidencial republicano Donald Trump es un perfecto idiota y dice puras babosadas, él nunca se ha retractado de haber dicho que México manda puros delincuentes a Estados Unidos, que va expulsar a todos los indocumentados de USA y que cuando sea presidente no va a dejar entrar a los creyentes en la religión islámica.
Pacquiao debe tragarse lo que dijo y seguir adelante. Muhammad Ali fue controversial en sus comentarios cuando dijo que los negros deben casarse nomás con la gente de su raza. ¿Cuándo han visto a un canario casarse con una gaviota o con una golondrina? Ali podría haber estado mal, pero nunca se arrepintió públicamente de lo que dijo. Son rajones los que lanzan la piedra y luego van y la recogen. Lo ideal es contar hasta 10 antes de abrir la boca.
Ya que hablamos de bocas, ahora le toca al entrenador Abel Sanchez abrir la de él como normalmente lo hace Freddie Roach. Sanchez dice que cuando menos 7 campeones le han sacado la vuelta a su peleador Gennady Golovkin porque le tienen miedo, que Amir Khan puede vencer a Canelo si pelea inteligente y esto y lo otro. Nadie le tiene miedo a nadie arriba del ring si es boxeador. El boxeo es un negocio. Pero como el púgil mexicano Canelo Alvarez es el lado “A” en un posible combate contra el kazajo, el lado “B”, el mexicano tiene el sartén por el mango y debe dictar condiciones.
Aunque he criticado en numerosas ocasiones los “catch weights”, estos ya existen y así se hacen muchas de las peleas de hoy. Si el Canelo quiere pelear en 156 libras, así debe de ser si Golovkin quiere pelear con él. El entrenador Sánchez dice que su peleador no vas a bajar ni una libra abajo de las 160 libras para enfrentarse al mexicano. Entonces no habrá pelea.
Lo correcto de todo esto, es que las organizaciones de boxeo, la cuatro, se pongan los pantalones y ordenen que un título mosca debe de hacerse en 112 libras o menos, que las peleas en peso ligero se hagan en 135 libras o menos y que el peso medio sea en 160 libras o menos. Canelo peleó por el título mundial de las 160 libras y lo ganó. Entonces debe pelear en un tope de 160 libras y si no quiere, entonces debe abandonar el título y buscar el de las 154 libras si este es su verdadero peso. El CMB, la AMB, el FIB y el OMB, con tal de recibir su tajada, tienen medio de involucrase y ser firmes en eso de respetar los pesos.
A Stanley Ketchel, Sugar Ray Robinson y Henry Armstrong nunca les importaron unas libras de más o menos cuando buscaban un rival. Lo que pasa que en la actualidad hay muchas vedettes disfrazadas de boxeadores